Ambiente en varios centros educativos de Palma en el primer día de la vuelta al cole, este año, marcado por el contexto de alerta sanitaria. | J. Morey / M.À. Cañellas

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El curso escolar 2020-2021 ha arrancado este jueves en Baleares con relativa normalidad, una vuelta al cole en los 424 centros educativos de las Islas que empiezan a transitar el año más complejo e incierto de los que se recuerdan. El inicio escalonado de las clases ha permitido que las escenas de familias con maletas por las calles a primera hora de la mañana no hayan sido tan generalizadas como acostumbran, especialmente en las grandes poblaciones, aunque alrededor de las escuelas la actividad ha sido destacada.

El uso de mascarillas y la distancia entre las personas ha sido generalizado, y por si a caso los policías locales han vuelto a regular los accesos, intentando que no se acumularan los presentes, casi seis meses después del parón educativo. Recordemos que los alumnos a partir de seis años también deben llevar mascarilla en clase, algo a lo que se han ido acostumbrando últimamente.

Sin embargo, deberán adaptarse al resto de normas de seguridad que el coronavirus impone en los centros educativos. Su mantenimiento efectivo ha sido una de las principales preocupaciones manifestadas por la comunidad educativa durante todo este tiempo, en un momento en que hay «cuatro o cinco» docentes contagiados en todo el archipiélago, según los datos de Planificación, Ordenación y Centros.

Los alumnos de las Escolàpies de Palma, distanciados antes de entrar a las aulas. Foto: Escolàpies Palma.

Y es que los sindicatos han dudado, más o menos abiertamente, de que se hayan destinado los recursos humanos y materiales suficientes para garantizar un inicio de curso seguro en Baleares, y eso pese a las semanas de trabajo y preparación de los equipos docentes, y a que algunos centros contarán con espacios fuera de sus instalaciones para apuntalar su labor.

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En general, los cambios como la duplicidad de líneas y la variabilidad en la toma de decisiones por parte del Govern, sujeta a las necesidades de la pandemia, han generado incertidumbre en las familias. Y algunas medidas, como la instalación de aulas modulares para poder atender las necesidades, han generado quejas por parte de algunos progenitores. Algunos dudan de si llevar a sus hijos al colegio o no, aunque este hecho pueda acarrear consecuencias.

Esta no es la única preocupación. Algunas familias de niños con necesidades especiales han lamentado que se les hayan suprimido los refuerzos, puesto que muchos de estos docentes pasan a suplir la falta de efectivos asumiendo tutorías.

INICI DEL CURS ESCOLAR.
Imagen del día en el colegio Joan Capó de Felanitx. Foto: G. Vicens.

Por su parte, algunas voces han reclamado una mayor voluntariedad en la vuelta al cole como medida para bajar las ratios y esponjar aún más a los alumnos en las aulas. Sin embargo y con carácter general, la Conselleria d’Educació ha previsto que las clases sean presenciales hasta 2º de la ESO, en la medida que sea posible.

Un total de 75 centros impartirán el 2º de la ESO de manera semipresencial. De estos 75 centros, 32 son públicos y 43, concertados. Por su parte, 68 centros (40 públicos y 28 concertados) sí harán el 2º de la ESO de manera presencial.