Los antimonárquicos se han referido al trato discriminatorio de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que contrastó con la actitud mantenida hacia los manifestantes constitucionalistas. | Elena Ballestero

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El enfado de los sectores antimonárquicos, independentistas y republicanos que esta semana se dieron cita en Petra, coincidiendo con la visita de los Reyes al museo de la localidad natal de Fray Juníper Serra, se ha explicitado en una carta en la que la plataforma Arruix Borbons recrimina a la delegada del Gobierno en Baleares, Aina Calvo, el trato recibido por sus miembros de parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Según se expresa en la misiva, los manifestantes contrarios a la presencia de la Familia Real en Mallorca fueron discriminados por varios motivos, pese a haber formalizado la concentración en tiempo y forma ante la propia Delegación del Gobierno.

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Según se pudo constatar in situ, el dispositivo de seguridad optó por acercar a la zona del museo a un grupo de manifestantes partidarios del orden constitucional y la unidad de España que se reunieron espontáneamente, a través de convocatorias en las redes sociales en lugar de instancias oficiales, mientras se mantuvo en segundo plano, más alejados, a los republicanos que sí habían solicitado permiso para manifestarse.

MALLORCA - VACACIONES DE LA FAMILIA REAL EN MALLORCA.
A los manifestantes que apoyaban la presencia de los Reyes se les permitió acercarse hasta primera línea, según denuncian los antimonárquicos. Foto: E.B.

Este hecho hizo que, como acto de protesta, abandonaran el lugar. Ahora expresan por escrito algunos de los «agravios» que sintieron como propios ese día.

En este sentido Arruix Borbons cita en su escrito ante Delegación que «se nos alejó 100 metros del lugar de concentración inicial». También que a su llegada a Petra «los retuvieron generando momentos de tensión», y dificultando su derecho a manifestación. Del mismo modo censura la presencia de agentes «con armas largas y actitud amenazante a pocos metros de los manifestantes», una actitud que difiere, según ellos, de forma notable de la mantenida por los agentes con los ciudadanos constitucionalistas.