Javier Arranz y Patricia Gómez durante la rueda de prensa de este miércoles. | Pere Bota

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Baleares ha registrado una quincena de brotes más que hace una semana, cuando había 23 activos, y sigue actualmente la evolución de entre 2.000 y 2.200 contactos tanto de contagios individuales como de esos nuevos focos, la mayoría de pequeño tamaño y de ámbito familiar.

El portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Baleares, Javier Arranz, ha comparecido este miércoles en rueda de prensa para explicar la evolución de la pandemia en las islas y ha informado de esos nuevos brotes, que se reportan semanalmente.

El pasado miércoles se informó de 9 brotes más en los anteriores siete días hasta un total de 23 activos en las islas, y dos días después se elevaron a 25.

Según Arranz, que no ha detallado más sobre estos brotes a falta de tener todos los datos para transmitirlos al Ministerio de Sanidad, la mayor parte de los nuevos focos de coronavirus son de perfil familiar e implican a un número bajo de personas.

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El experto ha confirmado que entre los nuevos positivos hay una persona mayor de la residencia La Bonanova de Palma que se considera brote, y también se ha infectado un niño de una guardería de las islas y dos más de escuelas de verano, sin que se hayan detectado por ahora más contagios relacionados con estos cuatro positivos.

Según Arranz, la persona infectada La Bonanova, un centro que dispone de alrededor de 550 plazas, ha sido trasladada al hospital Sant Joan de Déu y ahora se están haciendo test a todos los residentes y trabajadores del centro.

Con este residente son dos los positivos en centros de mayores de Baleares, ya que se le suma uno anterior de la residencia palmesana de Seniors Inca que también fue trasladado a un centro hospitalario y rastreados todos sus contactos.

Sobre el aumento de casos en los últimos días en el archipiélago, el epidemiólogo ha indicado que un 90 % de las personas en seguimiento por tener coronavirus está en sus casas pasando la enfermedad con síntomas leves o sin ellos, cuando este porcentaje superaba el 50 % en los peores momentos de la pandemia.