Una pareja se alivia del calor, este jueves en la fuente de la Rambla de Palma. | Pilar Pellicer

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Aire pesado y denso, masticable hasta con mascarilla. Además durará unos cuantos días. Mallorca pasó ayer un día de sofoco por culpa de una masa de aire cálido de origen africano impulsada por vientos de Levante y Xaloc. Con todo, lo peor fue por la noche, con temperaturas que, en torno a las 12 no bajaban apenas de los 25 grados en Palma y se quedaban cerca de los 30 en Sóller. Esa masa de aire cálido se quedará unos días y está acompañada por polvo y suspensión. No se descarta que hoy se produzcan pequeñas lluvias que, de producirse, serán en forma de barro. Además de las altas temperaturas mantenidas, este fenómeno está acompañado de rachas de viento fuertes que han llegado a los 50 o 60 kilómetros por hora en puntos de la Serra.

Durante este jueves, las máximas se registraron en Binissalem, con 35 grados y en la UIB, con 33,6. En la mayor parte de Mallorca, salvo en puntos de la Serra, se superaron los 30 grados y, de hecho, durante buena parte de la mañana, la Isla estuvo en alerta amarilla por calor.

Las predicciones de la AEMET apuntan a que las altas temperaturas se mantendrán en los próximos días y, sobre todo, las noches de hoy y de mañana, volverán a ser sofocantes, con mínimas en torno a los 22 grados en Palma y humedad muy acusada.

En paralelo, según la AEMET, el riesgo de incendios forestales es prácticamente alto o muy alto en toda la Isla, con algunos puntos en los que se llega a calificar de extremo, en la Serra y en el interior de Mallorca, por la coincidencia posible de rachas de viento y de las altas temperaturas.