Imagen de un tiburón con un anzuelo clavado. | Shark Med

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Un estudio realizado durante los dos últimos años por la ONG Shark Med señala que la mitad de tintoreras del mar Mediterráneo grabadas con un sistema de video submarino remoto llevan anzuelos clavados fruto de la pesca accidental por palangre de superficie.

El presidente de la entidad, Agustí Torres, ha explicado este martes en una rueda de prensa telemática que muchas de las especies pelágicas detectadas en el Mediterráneo mueren de manera «totalmente inútil» por el daño que causan los sedales y las redes, por lo que, junto a la Fundación Marilles, ha reclamado que las aguas de Baleares sean declaradas zona libre de pesca por palangre de superficie para favorecer la supervivencia de tiburones y rayas.

La ONG Shark Med y Fundación Marilles han firmado un acuerdo de colaboración, que incluye una dotación económica de 30.000 euros, y que permitirá prolongar durante un año la investigación llevada a cabo por la entidad que preside Torres y, de esta manera, obtener más datos sobre la densidad de población en aguas baleares de especies pelágicas.

Un tiburón con la boca dislocada. @Shark Med

Para este estudio, la ONG ha utilizado cámaras submarinas para analizar el comportamiento de estos animales, conocer el estado de conservación actual y cambiar su mala reputación, ha dicho Torres.

En los próximos meses, y tras haber comprobado el éxito de obtener imágenes de los tiburones en su hábitat natural, diferentes entidades y científicos realizarán pruebas en las aguas de las cuatro islas del archipiélago balear para intensificar la recopilación de estos datos y especificar el grado de incidencia de la pesca por palangre sobre estas especies, dato que Torres ha preferido dar a conocer cuando se amplíe el estudio.

Ha añadido que existen pocos estudios sobre «la realidad» de estos tiburones, ya que la mayoría se han realizado sobre animales capturados y en lugares como las barcas de pesca o lonjas. «Hay tan poco tiburones ya, que es muy difícil verlos en su medio natural», ha lamentado.

Ha reconocido que encontrar tiburones en el Mediterráneo también suele ser difícil debido a su baja densidad de población y a que son especies pelágicas que viven en alta mar, muy lejos de la costa, si bien ha comentado que la mayoría de tintoreras se han avistado en junio de 2018 y durante este mes en aguas de Cabrera.

En este imagen se puede apreciar el sedal del anzuelo que tiene el tiburón.

El estudio ha contado con la colaboración de Save the Med en Mallorca, de la productora Paleártica Films en Menorca y de Manu San Félix y la Asociación Vellmarí en Ibiza y Formentera.

Por su parte, el director de la Fundación Marilles, Aniol Esteban, ha argumentado que «un mar con tiburones es un mar en buen estado de conservación», por lo que ha apelado a la protección de estas especies ya que juegan «un papel clave» en la conservación del ecosistema marino del Mediterráneo.

Esteban ha solicitado al Ministerio de Agricultura y Pesca y al Ministerio de Transición Ecológica que redacten un Plan Nacional para la conservación de estas especies en aguas del Mediterráneo, y ha instado a ambas instituciones estatales a que cuenten con la colaboración de la autonomías.

Ha recordado que las tintoreras han sido declaradas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) una especie en peligro en el Mediterráneo y ha lamentado que la administración nacional no haya contemplado aún declarar este animal como especie protegida.

Además, el presidente de Marilles ha solicitado la declaración de Baleares como zona de «no consumo de tiburones». «Comer carne de tiburón en el siglo XXI es como comer carne de tigre o de elefante», ha criticado.

Ha censurado que «a menudo se encuentra carne de tintorera y marrajo en la sección de congelados de grandes superficies comerciales y en el menú de bastantes restaurantes».
Esteban ha afirmado que los tiburones son particularmente vulnerables a la presión pesquera, ya que son especies de crecimiento lento, tardan en alcanzar la madurez sexual y tienen una baja fecundidad.