El obispo de Mallorca junto con el delegado de Acción caritativa social, Mateu Tous, destacaron el Informe Foessa y el Plan Estratégico de Càritas para paliar la frágil situación que viven muchas familias en la Isla. | Pilar Pellicer

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Dura e intensa. El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, se refirió este jueves con estas palabras a esta etapa manchada por el coronavirus y que ha marcado las acciones y los planes de Càritas Mallorca. Uno de los hechos más significativos es que las ayudas sociales se han disparado desde que se decretó el estado de alarma el pasado 14 de marzo. De hecho, hasta día de hoy, 5.557 personas ya han solicitado auxilio a esta organización. De estas, 2.218 personas lo hicieron por primera vez y el resto (3.339) ya contaba con un seguimiento previo. Ahora, Càritas pone el foco en las personas en situación administrativa irregular y en los problemas de la vivienda, intensificados aún más en esta crisis sanitaria.

Estos son los últimos datos y preocupaciones que este jueves avanzó la secretaria de la entidad en la Isla, Catalina Mateu, durante la presentación de la Memoria de Càritas Mallorca 2019, titulada ‘Cada Gesto Cuenta’. El obispo hizo hincapié en que esta crisis sanitaria «ha trastocado la visión que tenemos del ejercicio de 2019». La entidad católica atendió el año pasado a un total de 8.787 personas de las cuales más de la mitad solicitaron ayuda por primera vez. Por otro lado, se destinaron 3,3 millones de euros a los diferentes proyectos sociales, una cifra que, sin embargo, se mantiene similar a la del 2018.

Informe

La Memoria recoge las ayudas llevadas a cabo durante el año anterior en las 58 Càritas Parroquiales y en los distintos proyectos promovidos por Càritas Diocesana. Las ayudas a la vivienda y la cobertura a las necesidades básicas fueron las solicitudes más demandadas durante el 2019. De hecho, Càritas tramitó 709 ayudas para pagar viviendas y otros suministros, lo que representó el 70 % del presupuesto destinado para las ayudas directas a personas y familias, mientras que un 13 % ( 2.693 personas) se invirtió para cubrir las necesidades básicas de alimentación a través de los 13 centros de distribución de alimentos. «Los problemas de la vivienda tienen un fuerte impacto en Baleares y es un factor clave de desigualdad», destacó Catalina Mateu, y aseguró a su vez que «el 27,5 % de la población mallorquina tiene problemas relacionados con la vivienda», una situación, dijo, «que se verá más afectada por la crisis sanitaria actual».

Situación irregular

Sobre el perfil del solicitante, destacó que el año pasado el 40,85 % de las personas atendidas por la entidad se encontraban en situación administrativa irregular, 11,48 puntos más en relación al 2018, que en ese momento se registró un 29,37 % de personas bajo esta postura. En este sentido, Mateu insistió en la «preocupación» de Càritas con este colectivo vulnerable, y reclamó a la administración municipal que garantice «los derechos y la protección de este colectivo».

Asimismo, la secretaria de la entidad lamentó que las personas sin papeles «se mantengan fuera» a la hora de solicitar ayudas» como el Ingreso Mínimo Vital, aprobado el pasado miércoles. «Son personas que viven, trabajan y contribuyen a nuestra sociedad. Son ciudadanos», defendió. Desde Càritas también hicieron mención especial a los 1.039 voluntarios durante el año pasado, 84 de los cuales son nuevos ingresos.

La Iglesia apoya las concentraciones contra el racismo

El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, arrancó ayer la presentación de la memoria anual condenando el racismo y los actos violentos a colectivos de otras étnias, «en especial, las de raza negra», en relación con las oleadas de manifestaciones internacionales a raíz de la muerte del afroamericano George Floyd.

En este sentido, Taltavull aseguró que la Iglesia católica se adhiere así a las olas de protesta y reivindica la igualdad.