Para que su negocio siguiera abierto, durante los últimos años Tomeu Sastre, sobre estas líneas, ha tenido que diversificar su negocio. En el videoclub Piscis se puede encontrar cualquier película, pero también comprar pan, refrescos o fiambres. | Jaume Morey

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El videoclub Piscis cuelga el cartel de ‘Se traspasa’ y no es por el coronavirus. Así de claro lo deja su propietario Tomeu Sastre, que aún está al frente de este superviviente de un sector en el que han ido cayendo un videoclub detrás de otro, y que en los 90 llegó a contar con más de 300 establecimientos en toda la Isla. El histórico Videoclub Piscis sigue abierto a la espera de algún novio. Y ya tiene alguno, asegura su propietario, que colgó el cartel de traspaso cuando los comercios protestan por los cierre y ya entonces se planteó que era momento de jubilarse y cerrar una larga etapa profesional.

Ubicado en la calle Manacor, este establecimiento cuenta con más de 15.000 títulos disponibles en DVD y Blu-Ray. «No tengo VHS o Betamax. Hace quince años tiré al cubo de la basura más de 12.000 títulos», cuenta Sastre, que para sobrevivir estos años ha ido diversificando su negocio. «Ahora mismo estoy haciendo envíos de dinero al país de una cliente. Y vendo pan, fiambre, refrescos… A lo que hemos llegado», dice Sastre, que con 69 años de edad ya está pensando en una más que merecida jubilación.

Pese a la eclosión de plataformas como Netflix, HBO, Amazon Prime o Disney, Sastre está convencido de que el videoclub tiene su función. «Nosotros trabajamos con grandes stocks de películas. Tengo toda la filmografía de Chaplin, de los hermanos Marx, todo el cine de los años 80 y 90… Y todo eso no está en las plataformas», señala. Y aún así, las novedades también están siendo muy solicitadas: «Ayer se llevaron Parásitos», el gran éxito coreano que arrasó en los Oscar. Sastre reivindica el papel de pequeña filmoteca de esta establecimiento de barrio que hace unas décadas era punto de encuentro de muchos aficionados al cine.

Las televisiones privadas, la piratería digital, las plataformas y ahora el coronavirus han ido golpeando de manera sucesiva a los videoclubs, de los que Piscis es de los últimos supervivientes.