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En primer lugar quisiera mostrarle mi apoyo a la carta que ha enviado a la Presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, informándole de los efectos económicos y sociales causados por esta crisis sanitaria en las Illes Balears, y pidiendo el apoyo de la Comisión Europea para salir de esta crisis.

Nuestra Comunidad Autónoma va a ser una de las que más van a sufrir por los efectos del confinamiento y de la crisis económica. Comparto contigo la necesidad de que la Unión Europea afronte esta crisis unida y con solidaridad.

Esta crisis tiene dos caras: una sanitaria a la que hay que dar respuesta en el corto plazo movilizando recursos de manera inmediata, y una económica y social a la que tendremos que enfrentarnos en una segunda fase con medidas a medio y largo plazo.

Como bien sabrá, el pasado 17 de abril aprobamos en el Parlamento Europeo una resolución con las medidas que pedimos para salir de esta crisis.

Para hacer frente a la crisis sanitaria y a la urgencia económica y social inmediata aprobamos las medidas de apoyo fiscales y de liquidez. Todo ello supone un paquete inmediato de más de 1 billón de euros.

También apoyamos la activación de los recursos del Mecanismo Europeo de Estabilidad, un nuevo paquete de medidas superará los 540.000 millones de euros.

También proponemos un Paquete de Recuperación y Reconstrucción a gran escala dentro del Marco Financiero Plurianual de la UE que se financiará con un presupuesto europeo mucho más ambicioso, con los fondos e instrumentos financieros de la UE ya existentes, y con bonos de recuperación o coronabonos garantizados por el presupuesto de la Unión.

Proponemos también una nueva Estrategia Industrial, una Estrategia Europea de Recuperación de las Pymes, y un mecanismo de prevención y gestión para el sector turístico a escala de la Unión.

La Unión Europea (aunque falló en la prevención) está haciendo todo lo que está en su mano, y seguirá haciendo todo lo que sea necesario, especialmente la Comisión y el Parlamento Europeo. Tengo el pleno convencimiento de que así será.

Querida presidenta, de esta crisis saldremos con unidad, solidaridad y lealtad. Pero también con responsabilidad.

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También nos toca hacer en casa nuestra parte. Desgraciadamente estamos en la vanguardia del sufrimiento que nos está causando esta horrible crisis sanitaria. El hecho de que la coalición de su partido con Unidas Podemos haya primado sus intereses de imagen, ideológicos y propaganda por encima de la salud de los ciudadanos ha conducido a obviar los riesgos de este virus primero, e ignorar las recomendaciones de los expertos después, todo lo cual nos ha llevado a esta situación tan dramática. Si el distanciamiento es clave para la contención, imagínese la eficaz que habría sido no acudir a actos masivos alentados por su Gobierno.

Por otra parte, la descoordinación, la errática gestión del Gobierno de España, su incapacidad para garantizar la seguridad de quienes están en primera línea de contención contra el virus, y unas medidas que no garantizan la supervivencia de nuestro tejido productivo nos están pasando factura. En este mismo contexto no puedo dejar de expresarle mi profunda preocupación y alarma por el elevado número de contagios entre el personal sanitario de nuestras Islas, por encima incluso de la media nacional, provocado en buena medida por las carencias y retrasos en la adecuada dotación de medios de protección, reiteradamente denunciada por los colectivos médicos y sanitarios. Esa es responsabilidad del Gobierno que usted preside.

La Unión Europea está funcionando (aunque al Consejo le faltó coordinación), sin embargo creo firmemente que las cosas se pueden hacer mejor en España y en las Illes Balears. También creo que nuestras peticiones de ayuda al exterior se verán mejor atendidas si nos ayudamos primero a nosotros mismos. El Govern que preside cuenta con los instrumentos para responder las demandas de los ciudadanos y considero que una reordenación del Presupuesto de les Illes Balears eliminando gastos superfluos, es del todo punto imprescindible para ser creíbles ante los organismos cuya ayuda requerimos. Falta acción solvente y sobra propaganda.

Necesitamos una política bien diseñada, sin improvisación, arbitrariedades, titubeos ni ocurrencias de última hora, que cuente con los partidos políticos de la oposición y los agentes sociales. Una política que deje atrás los errores que se están cometiendo. Una política basada en la cooperación leal, la confianza, la solvencia y la solidaridad.

En este sentido es incomprensible que el Gobierno de España fije como Navidades la fecha para reactivar el sector turístico desconociendo cuál va a ser la evolución de la pandemia, y lo que es peor ignorando el peso trascendental del sector turístico en nuestra economía.

Antes de hacer este tipo de declaraciones hace falta saber cuál es el alcance real de la pandemia en nuestro país para lo que hace falta una decidida actuación que permita elaborar un diagnóstico claro, del que todavía carecemos, y, de esta manera, adoptar las decisiones adecuadas e ir acompasando la vuelta a la normalidad a la evolución de la situación sanitaria.

Coincidimos en que nuestra región se va a ver especialmente afectada y nuestra insularidad va a pesar más que nunca, razón por la que es de la máxima urgencia disponer de un plan de recuperación específico. El presidente de mi partido, Gabriel Company, ha presentado un riguroso Plan de rescate Social y Económico para que nadie quede atrás por un importe de 1.400 millones de euros, en el que se detallan una serie de iniciativas con el objetivo de salvaguardar el futuro de las familias, el esencial sector de los autónomos y el entero tejido productivo que debería servir de punto de referencia para superar la parálisis actual de todas las administraciones de Balears. En este sentido contará con todo el apoyo del PP de las Illes Balears.

Me preocupa, Presidenta, la protección de la Democracia, el Estado de Derecho y los Derechos Fundamentales. Las medidas adoptadas a nivel nacional y balear deben estar en consonancia con el Estado de Derecho estrictamente. Se ha hecho un uso oportunista del estado de alarma en reiteradas ocasiones: entorpecimiento del control parlamentario, usurpación de la función legislativa, vulneración al derecho de información, atentar contra la propiedad privada, falta de transparencia, propaganda de la televisión pública y un largo etcétera.

En este sentido, le rogaría garantizara a todas las personas los mismos derechos y protección, al tiempo que garantizara que todos los ciudadanos tengan acceso a una información exacta y verificada.

En este orden le vuelvo a reiterar mi apoyo a su carta dirigida a la Presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, a quién yo también me he dirigido, y quisiera emplazarla a que hiciera lo propio con el presidente del Gobierno de España y con su propio Gobierno.

No quiero desaprovechar esta oportunidad para reiterarle mi apoyo y enviarle un afectuoso saludo.