Romano van der Dussen, en su balcón, en Palma. | Alejandro Sepúlveda

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Romano van der Dussen, holandés de 47 años, sabe lo que significa estar encerrado. Estuvo 12 años desfilando por siete prisiones españolas por una triple violación en Málaga que no cometió. El 11 de febrero de 2016 salió de la cárcel de Palma y, al cabo de un tiempo, se sacó el título de patrón de embarcación comercial en Mallorca. «Yo estoy acostumbrado a estar encerrado», gritaba este miércoles desde el balcón de su domicilio mientras fumaba un cigarro de liar durante el estado de alarma por el coronavirus. Convive con su pareja, a la que conoció en el centro penitenciario cuando lo visitaba como voluntaria de una ONG.

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¿Cómo afronta el confinamiento por el coronavirus?
—Esto me recuerda a mis días en la cárcel y reflexiono mucho, como cuando estaba preso. Yo estoy acostumbrado a estar encerrado. Los ciudadanos pueden ponerse ahora en el lugar de los presos, que no pueden mantener ni un metro de distancia entre ellos.

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¿Cómo viven esta situación los reclusos de las prisiones?
—Están condenados estando presos porque no pueden mantener ese metro de distancia. Además, no tienen vis a vis y no ven a sus familiares ni amigos.

Hay muchas celdas compartidas.
—Claro. En la cárcel Vieja de Murcia, por ejemplo, estás con tres personas en una celda de tres por cinco metros. En el penal del Dueso, en Santoña (Cantabria), hay hasta 250 presos por módulo. Imagínate cómo están los comedores, los aseos o las duchas comunes. Son lugares donde hay infecciones, cucarachas y ratas. El virus se multiplica. Las prisiones son un lugar idóneo para contagiar un virus. Imagínate convivir con tres personas en un espacio pequeño, cerrado, la mayor parte del día. Y luego vas al comedor con 250 internos. Las cárceles son sucias y hay escaso personal sanitario.

¿Cómo se pueden proteger los presos?
—Esta gente no se puede proteger. Hay pocas celdas de aislamiento y pocas camas en la enfermería. Y tampoco pueden protegerse los funcionarios de prisiones, que también tienen un alto riesgo de ser contagiados. Están en el mismo barco, expuestos a esta pandemia. Yo soy partidario de soltar a los presos que hayan cometido delitos leves y así habrá más sitios para tratar y combatir el virus.