Los establecimientos de alimentación de las Islas, que siguen abiertos al público, aplican medidas de seguridad en cumplimiento del real decreto con el fin de evitar aglomeraciones dentro de las tiendas y mientras esperan a entrar. | Teresa Ayuga

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La nueva medida tomada durante el estado de alarma por el brote de coronavirus, en vigor desde este miércoles, que deja prácticamente asiladas las Baleares no afecta al suministro de mercancías. Esto significa que seguirán llegando alimentos y productos desde la Península a Baleares, por lo que los residentes no tienen que preocuparse de quedar desabastecidos. La presidenta del Govern, Francina Armengol, señaló que en los puertos de las Islas solo podrán desembarcar los conductores de camiones de mercancías.

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Desde la Autoritat Portuària de Balears (APB) indicaron que los puertos de interés general que gestiona, es decir, los de Palma, Alcúdia, La Savina, Eivissa y Maó, «continúan con su actividad para garantizar el abastecimiento de mercancías a los residentes de las Islas y con los trámites administrativos con sus usuarios y clientes». Entre estas medidas figuran decretar servicios mínimos esenciales para la Policía Portuaria, y para el resto del personal se ha facilitado el trabajo no presencial a la mayor parte de sus empleados, exceptuando aquellos imprescindibles para el funcionamiento de la actividad. Además, se aconseja a los usuarios contactar con la APB mediante canales virtuales o por teléfono, con el fin de evitar desplazamientos físicos.

¿Qué medidas han tomado los supermercados tras el estado de alarma?

Por su parte, la Conselleria d’Agricultura, Pesca i Alimentació envió un circular a todas las explotaciones agrarias y ganaderas, y a las cooperativas agroalimentarias de Baleares para dejar claro que el suministro de alimentos es una actividad esencial y que se tiene que garantizar especialmente en una situación como la actual. La circular deja claro que se trata de ofrecer a la población el acceso a todas las fuentes posibles de alimentos seguras y suficientes, y que se tiene que garantizar el funcionamiento de toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta el suministro de alimentos. Esto incluye centros de producción, establecimientos comerciales de venta en el consumidor, almacenes, centros logísticos y mercados en destino, así como granjas, lonjas, fábricas de piensos para alimentación animal y mataderos.