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«Yo he comprado de más, por si acaso». Es una de las frases más repetidas en los últimos días entre los ciudadanos de las Islas y que constatan los responsables de las cadenas de supermercados. Desde el lunes y a raíz de las medidas decretadas en la Comunidad de Madrid para hacer frente al coronavirus y las sucesivas decisiones adoptadas por el Gobierno y el Govern, los residentes de Baleares se han lanzado en masa a los supermercados «como si fuera a venir el fin del mundo». Es la expresión que utilizaban algunas personas para describir la escena que se encontraron cuando acudieron a realizar su compra habitual. «Había largas colas en todas las cajas y la gente llevaba carros cargados hasta arriba; por lo que optamos por coger solo lo imprescindible y pagar en la caja rápida», relataba una ciudadana que no ocultaba su sorpresa ante la imagen con que se encontró el martes a última hora de la tarde.

Esta situación de psicosis injustificada para muchos se ha notado en las estanterías de algunos establecimientos, pero no porque no haya suministro suficiente. Como indicaron ayer desde las cadenas, el problema es que los lineales –como se denominan las estanterías– contienen los productos para las ventas habituales, pero «no aguantan los picos de demanda que tenemos estos días». Sin embargo, insisten en que hay productos, que los almacenes están llenos y que siguen llegando a diario desde la Península.

Precisamente para evitar escenas de alarmismo y no contribuir al miedo ciudadano, algunas cadenas han reforzado los equipos de reponedores. El objetivo es que los clientes encuentren los productos que quieren cuando realizan la compra si bien algunos, especialmente los no perecederos y los de higiene, se agotan más rápido de lo habitual estos días.

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Online

Otro servicio que se ha disparado esta semana es la entrega a domicilio de comandas realizadas a través de internet. «Se ha incrementado de forma espectacular», indicaron algunas de las cadenas que ofrecen este servicio, que indicaron que también se ha reforzado para poder realizar todas las entregas en el menor tiempo posible.

Pese a este gran incremento, las entregas a domicilio no han sufrido ninguna modificación en las Islas a diferencia de lo que ha ocurrido en Madrid. La gran avalancha de pedidos online ha obligado a algunas cadenas a restringir el servicio en esa comunidad.

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Ante estas escenas de carros llenos de garrafas de agua, de aceite, varios paquetes de papel higiénico y bolsas y más bolsas de arroz y pasta, entre otros productos, las patronales de las grandes superficies y cadenas de alimentación hacen un llamamiento a la calma. Piden a los ciudadanos de Baleares que compren lo que necesitan, aseguran que no hace falta comprar de más, que en los almacenes hay productos suficientes y que el suministro está garantizado.

También el portavoz de Cort, Alberto Jarabo, hizo un «llamamiento a la calma» ante las compras desmedidas. «No hay motivo real para un acaparamiento innecesario de alimentos o productos de higiene, eso solo provoca más alarma innecesaria».

Bares y restaurantes

Por su parte, el presidente de la asociación de distribuidores de Baleares, Bartolomé Servera, que se encargan del suministro a bares, restaurantes, hoteles y hospitales, entre otros, recordó que no existe ningún problema de abastecimiento y que los productos llegan con normalidad. «Este ataque de histeria no tiene sentido», concluyó.

Efecto económico «muy grave» para los distribuidores

La patronal de distribuidores de Baleares ya sufre las consecuencias del coronavirus. «La repercusión económica será muy grave», reconoció ayer su presidente, Bartolomé Servera, quien indicó que la baja actividad en hoteles y restaurantes debido a la cancelación de reservas les afecta directamente.

Además, la incertidumbre del verano les hace dudar del stock que necesitarán.