El conseller d’Educació, Martí March, en un pleno. Detrás, dos diputadas de Podemos. | J. J. Monerri

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Podemos –con 6 de los 59 escaños del Parlament balear y que forma parte del Govern balear– no quiere que la futura Llei d’Educació contenga ninguna referencia a la religión. Además, reclama que se aclare la financiación de los colegios concertados y que aquellos que reciban «algún tipo de aportación económica individual y voluntaria por parte de las familias» no reciban ayudas públicas.

Son algunas de las alegaciones que el partido morado presentó al proyecto de ley que ahora está en fase de alegaciones.

La tramitación de la ley será larga; según fuentes de Podemos, es posible que no se complete hasta antes de un año.

Blindar el decreto de mínimos

La Llei d’Educació fue uno de los proyectos que quedaron pendientes de la anterior legislatura. Gloria Santiago, diputada de Podemos y vicepresidenta primera del Parlament, explicó este lunes las alegaciones de su grupo.

Santiago, que en ningún momento dio a entender que no dieran apoyo a la ley cuando ésta llegue al Parlament, afirmó que su partido defendía una «educación laica y en libertad» y que aunque está claro que la religión es una materia optativa por ley estatal, no es preciso aludir a ella ya que «se da por supuesto que en la educación pública no tiene cabida».

«Para los ritos y la conciencia religiosa, hay otros lugares de culto y de formación voluntaria».

En relación a los centros concertados –y además de condicionar su financiación a no recibir otra de las familias– se precisa que «el Govern justificará debidamente la necesidad del concierto».

La formación morada entiende que es «innecesario» que se aluda a la «libre elección de centro» y que debe cumplirse siempre el decreto de mínimos sobre el catalán y que quede «blindado».

Alegaciones y emergencia climática

El colectivo Docents pel Futur ha presentado alegaciones al anteproyecto de Llei d’Educació en las que destaca que el texto «no tiene en cuenta la situación de emergencia climática y ambiental. La educación debe ser una parte importante del gran esfuerzo colectivo contra el colapso climático y ambiental. Los protagonistas de la educación son las generaciones que heredarán el planeta y para ello es importante la concienciación del alumnado. Las cuestiones ambientales y de sostenibilidad deberían estar mucho más presentes tanto en el alumnado como en el profesorado».