En la imagen, una llamada roseta oceanográfica, que recoge muestras de agua desde la superficie al fondo del océano midiendo en tiempo real temperatura, salinidad, oxígeno disuelto o clorofila. La roseta transmite los datos. Una vez en cubierta, sus botellas llenas de agua sirven como muestras. | CSIC

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El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Institut Mediterrani d’Estudis Avançats (Imedea, con sede en Esporles y participación de la UIB), integra el proyecto EuroSea, que tiene como objetivo mejorar la observación marina de las costas de Europa.

Un consorcio internacional, formado por 55 socios, compartirá sus bases de datos para crear un sistema de observación oceánica que puedan utilizar tanto los investigadores como los sectores de la pesca, la acuicultura, la protección costera, la generación de energía y el público general.

En la conferencia inaugural del consorcio, celebrada el pasado mes de diciembre en el Royal Belgium Institute for Natural Science (Bélgica), el coordinador del proyecto, Toste Tanhua, del Centro Geomar Helmholtz para Ocean Research Kiel, señaló que «el objetivo del proyecto es combinar mejor las capacidades existentes en el sistema europeo de observación marina para llenar los vacíos que existen y hacer que los datos e información resultantes estén disponibles para los usuarios más fácilmente».

Además de mejorar las mediciones oceánicas directas (o in situ), EuroSea se centra en la calidad y usabilidad de los datos colectivos, y en los sistemas que utilizan esos datos para los servicios de pronóstico operativo. «Con este fin, estamos trabajando en estrecha colaboración con las bases de datos e infraestructuras marinas existentes y el proyecto Blue-Cloud de la UE para mejorar las capacidades en estas áreas y facilitar el intercambio eficiente de datos», subrayó el coordinador del proyecto. Los datos oceánicos deben cumplir con el estándar FAIR (localizable, accesible, interoperable, reutilizable). «Desafortunadamente, no siempre es así», destacó Tanhua.

Ananda Pascual, investigadora del CSIC que trabaja en el Imedea, señala que «el objetivo de nuestro equipo de trabajo en el marco del proyecto consiste en contribuir a mejorar el diseño de la observación de los océanos con una visión integrada y multidisciplinar, poniendo el foco en los mares europeos –Océano Atlántico y Mar Mediterráneo– y abarcando un rango amplio de escalas espaciales y temporales, incluyendo el clima».

Asesoramiento y apoyo

Por su parte, Javier Ruiz, científico del CSIC en el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, indica que «nuestro propósito es intentar que la oceanografía sirva para asesorar y apoyar a sectores como la acuicultura y la pesca. En particular, trataremos de pronosticar eventos marinos extremos como una elevada temperatura o la falta de oxígeno en el agua, de forma que podamos avisar con suficiente antelación a los sectores mencionados para que este tipo de incidentes no provoquen daños importantes a su actividad económica».

El consorcio está formado por instituciones científicas y socios privados de 13 países europeos, Brasil y Canadá. Además, apoyan el proyecto la Organización Meteorológica Mundial, la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la Unesco, la Junta Marina Europea y la parte europea del Sistema Mundial de Observación de los Océanos (EuroGOOS). También contribuyen a EuroSea otros socios involucrados en el desarrollo de tecnologías y servicios de observación del océano.

Financiación de 12 millones de euros

El proyecto EuroSea cuenta con una financiación de 12 millones de euros y, aunque está centrado en los mares europeos, a las instituciones científicas y socios privados de nuestro continente se añaden otros de Brasil y Canadá. El proyecto tiene un ámbito de gran alcance en objetivos e integrantes. El Imedea cuenta ya con una larga trayectoria en proyectos internacionales de investigación marina.