TW
5

PP, Cs y Vox han criticado este miércoles el organigrama de la Conselleria de Administraciones Públicas y Modernización, que dirige la socialista Isabel Castro, poniendo en duda la necesidad de determinadas direcciones generales, y han acusado a la consellera de engrosar la administración pública para encajar la entrada de Podemos en el Govern.

Así lo han manifestado durante el debate del presupuesto general de esta Conselleria en el pleno del parlament, donde Castro ha defendido la utilidad de su departamento ante las enmiendas a la totalidad de PP y Vox.

El diputado del PP Juan Manuel Lafuente ha asegurado que el Govern ha practicado una «multiplicación de los panes y los peces con la entrada de Podemos». «Mucho alto cargo para tan poco presupuesto», ha apostillado el 'popular', que ha mantenido que el incremento de altos cargos alcanza el 150%, y que «sólo eso ya justificaría de pleno la enmienda a la totalidad».

Para el PP, la Conselleria se podría haber estructurado con sólo tres direcciones generales -la mitad de las actuales- y sin la Secretaría Autonómica. «Ustedes confunden la administración digital con el nombramiento digital de cargos», ha ironizado Lafuente.

Desde Cs, la portavoz adjunta, Patricia Guasp, ha censurado la «desproporción» del organigrama «para integrar a Podemos y MÉS» en el Govern sin «mejorar la eficacia administrativa», pero acarreando «un aumento cualitativo del gasto». «La eficacia no se consigue aumentando el gasto en cargos políticos, no mientan a los ciudadanos», ha incidido Guasp.

Por parte de Vox, el diputado Sergio Rodríguez ha bromeado diciendo que si el Govern «sigue engrosando el sector público», «no bastará una Conselleria, sino que harán falta dos». «Aquí sí que tenemos la madre de todos los chiringuitos», ha añadido.

Rodríguez ha criticado especialmente la Dirección General de Transparencia y Buen Gobierno porque considera que de los altos cargos ya se presupone «que quieren y deben ser transparentes». «Ustedes son tres patas que forman un banco, y hay que colocar a las tres patas, duplicar y crear muchos cargos y sillones para poder llevar adelante el 'Pacto de Bellver'», ha protestado el diputado de Vox, que también ha cuestionado la necesidad de una Secretaría de Memoria Democrática y ha defendido la supresión de IB3 por «falta de imparcialidad e independencia».

Castro ha contestado acusando a la derecha de buscar «debilitar» a la administración y empeorar los servicios públicos. Según la consellera, el debate se reduce a una cuestión de «modelo», y el de la oposición es el de «suprimir derechos y acuerdos y despedir empleados públicos».

Igualmente, Castro ha defendido que «claro que es necesaria una Dirección General de Transparencia», como «hablar de memoria y reparación de las víctimas». También ha apoyado la gestión de IB3 y su papel para «conectar las cuatro Islas».

En su intervención, la consellera se ha dirigido a Cs para pedirle «que se aparten de la ultraderecha» porque quiere «creer que hay una derecha moderada».

Contestándole, la diputada Patricia Guasp ha considerado «fuera de lugar» este comentario, entre otros motivos, porque Castro lo ha hecho en el turno de contestación a las enmiendas a la totalidad de PP y Vox,mientras que Cs no había presentado ninguna. «Respetamos a su Conselleria y su presupuesto. Creemos que no ha estado a la altura de esta Cámara», ha protestado la portavoz adjunta de Cs.

Desde la izquierda, el portavoz de MÉS, Miquel Ensenyat, ha lamentado que la oposición «no cree en el modelo de administración pública» y les ha reprochado que quieran «reducirla al mínimo posible» en lugar de «tener capacidad de incidir en la sociedad».

La diputada de Unidas Podemos Esperança Sans ha hecho especial incidencia en la defensa de la Oficina Anticorrupción y ha avanzado que su grupo no aceptaría «ninguna enmienda que toque partidas en Memoria Democrática».

Por parte del PSIB, la diputada Mercedes Garrido ha acusado a la derecha de «esconder el fascismo» y ha insistido en que el Govern cumplirá el compromiso firmado este martes respecto a los trabajadores de IB3, entre otras cuestiones. También ha declarado que Vox quiere el cierre de IB3 «porque habla en catalán».