Vicenç Thomàs, en el centro, junto a Francesc Antich y Francina Armengol. | Jaume Morey

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El Govern prepara cambios en la ley del Síndic de Greuges con el objetivo de adaptarla a las necesidades actuales y con la vista puesta en poder elegir por consenso al primer defensor de los ciudadanos de las Islas antes de que acabe la actual legislatura.

La ley del Síndic de Greuges se aprobó en el año 1993, en pleno mandato de Gabriel Cañellas. Sin embargo, 25 años después, ninguno de los gobiernos que ha habido hasta ahora ha sido capaz de activar el mecanismo para conseguir la elección de una persona.

El Govern quiere acabar con este carencia y la elección del Síndic de Greuges es uno de los compromisos incluidos en los Acords de Bellver. Antes es preciso cambiar la ley porque la figura ha quedado obsoleta con el paso del tiempo.

Las modificaciones se harán de acuerdo con el Parlament, ya que se trata de una institución estatutaria, que no están vinculadas al Govern sino a la Cámara balear, como pasa con otros organismos como el Consell Econòmic i Social o el Consell Consultiu. El president del Parlament, Vicenç Thomàs, es uno de los que más empujan para aprobar el texto.

Aprovechar lo que hay

A la hora de afrontar el cambio en la ley, el Govern quiere aprovechar otros organismos que ya existen y que hacen un trabajo similar al que hará el síndic cuando esté en funcionamiento, aunque de manera mucho más sectorial. Es el caso del defensor del menor y del defensor del usuario de la sanidad público, que ya existen, y que quedarían bajo el paraguas de la Sindicatura de Greuges. El propósito es tener un nombre elegido en esta legislatura.