Momento de la retirada de una de las cureñas frente al cuartel militar de Cabrera. | Parque Nacional de Cabrera

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La Comandancia General de Baleares ha procedido en días pasados a retirar los soportes de madera (llamados cureñas) de los dos cañones que hay en el exterior del cuartel militar de Cabrera para su sustitución por otros nuevos.

Fuentes de la comandancia han explicado a este periódico que las cureñas deben renovarse con el paso de los años y, en el caso de Cabrera, por el efecto del salitre sobre la madera. No se procede a ninguna labor de restauración, sino que se realizan piezas totalmente nuevas, encargadas a una carpintería civil.

Las mismas fuentes señalan que la degradación de la madera obliga a una completa renovación del soporte, pues cada uno de los cañones pesa casi 1.800 kilos y, en etre sentido, hay que prevenir posibles accidentes.

Las cureñas de otros cañones también son renovadas periódicamente por la Comandancia General, como por ejemplo las existentes en el Palau de l’Almudaina, aunque, en este caso, pueden aguantar durante más tiempo.

Los dos cañones de Cabrera son dos piezas de hierro fabricadas en el siglo XVIII. Uno de ellos es de origen británico, pues lleva un escudo coronado de armas con las iniciales GR (George Rex), correspondientes a Jorge III. Concretamente, fue fabricado en Carron (Escocia). El otro cañón fue fabricado en la Real Fábrica de Artillería de La Cavada (Cantabria). El cañón inglés tiene 12,5 centímetros de calibre, y el español, 14 centímetros.