La oposición es para ocupar una docena de plazas de conserjería en edificios de la UIB. | plozano

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El pasado sábado tuvo lugar en la Universitat de les Illes Balears (UIB) una prueba de oposición para doce plazas de auxiliar de servicios (conserjería) en la que se entregó a los aspirantes un examen con 96 preguntas, cuando las bases sólo prevén 45.

Algunos opositores protestaron ante esta circunstancia, pero la prueba se inició, no sin dejar una sombra de duda en el tribunal. Efectivamente, el tribunal (del que formaban parte la gerente de la UIB, Antònia Fullana, y el vicegerente, Andreu Alcover, portavoz del PSIB en el Consell) se dio cuenta del error y paró la prueba a la media hora de iniciarse.

Según la versión de algunos aspirantes, los miembros del tribunal reconocieron que se habían equivocado y propusieron a los opositores que sólo respondieran a las primeras 45 preguntas.

La prueba se reanudó, añadiendo 15 minutos a los 90 inicialmente previstos para desarrollarla, pero esta solución tampoco ha dejado satisfechos a los aspirantes.

Resulta que, cuando el tribunal propuso a los opositores que se limitaran a responder a las primeras 45 preguntas, algunos ya habían comenzado el examen respondiendo a otras.

La Junta del Personal Administratiu i de Serveis de la UIB ha expresado su malestar respecto a lo que considera, literalmente, unos «incidentes» y su solidaridad «con todas las personas que se hayan visto afectadas por los errores cometidos durante la realización de la prueba. Mientras se desarrollaba el examen, los miembros de la junta que ejercimos las funciones de vigilancia comunicamos al tribunal nuestra disconformidad».

La junta añade que «confiamos en que la UIB solucione de la manera más adecuada e igualitaria los problemas que estos hechos hayan podido causar a los opositores». Además, la junta ofrece apoyo y ayuda a los afectados para lo que necesiten y asegura que llevará a cabo «un seguimiento exhaustivo del proceso para confirmar que las acciones que emprenderá la UIB cumplen los requisitos establecidos, especialmente en igualdad».

Otras quejas de los opositores se refieren a que el examen sólo fue facilitado en catalán.
Algunos afectados ya han empezado a presentar reclamaciones ante el tribunal, incluso entre los que han aprobado. Consideran que un error de estas dimensiones y la interrupción del examen son motivos suficientes para proceder a su anulación, «pues no se reunían las condiciones para una prueba de oposición». Si el tribunal no anula la prueba, están dispuestos a presentar recursos de alzada ante el rector e incluso llegar al contencioso.

A la prueba se presentaron un total de 51 opositores que aspiran a 12 plazas.

Aprobados

Fuentes de la UIB reconocieron este martes el error y destacaron que fue corregido allí mismo, concediendo 15 minutos más. Las mismas fuentes subrayan que «más del 90 % de los aspirantes ha aprobado. Tras escuchar las reclamaciones, el tribunal valorará y resolverá». Los afectados indican que «el tribunal pudo pararse a pensar que 96 preguntas en 90 minutos son menos de un minuto por respuesta». Esta oposición consta de varias pruebas y la del pasado sábado era la segunda.