Los interesados conocen así los servicios gratuitos de la entidad para poder recomendarlos, como es el apoyo psicológico gratuito, tanto a nivel individual como grupal, que ayuda a paliar la actual lista de espera de la sanidad pública, o bien las ayudas sociales complementarias.

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Dicen que incluso en la desgracia puede encontrarse algo positivo y muchas veces no es fortuito, sino que se busca y se trabaja. La Asociación contra el Cáncer de Baleares forma cada año a decenas de personas anónimas que quieren ayudar a los demás. Son los voluntarios, más de 300 en Baleares, personas que dedican su tiempo a los demás y que no lo hacen desde la ignorancia sino que se forman en consecuencia.

«Soy técnico de mantenimiento, he recorrido todo el mundo y sobrevivido a dos accidentes aéreos, no va a poder conmigo un cáncer de páncreas», decía este martes Guillermo Grech, uno de los futuros voluntarios de la AECC. Ha superado un cáncer y ahora quiere ayudar a los demás a hacerlo. Aún con su propia experiencia sabe que cada caso es un mundo.

«Pueden tener un día bueno o malo, muchos no quieren hablar, a veces sólo hay que estar ahí», les explicaba Tania López, coordinadora general del voluntariado de la Asociación.

Existen tres tipos de voluntariado en AECC, el de soporte en materia logística, el de prevención y acompañamiento y el de representación que es el órgano de gobierno. Según Irene Hernández, coordinadora de voluntarios con pacientes y familiares, es importante llegar «donde no llegan los profesionales», pero en ningún caso suplir su papel. «Ni dar de comer, ni limpiar, ni ayudar a movilizar a nadie, sino compañía pura y dura», aseguró.

Ser voluntario tiene su trayectoria. Tras la formación hay que encontrar la función que más se adapte a cada uno con una premisa básica «nunca hagáis nada que no queréis hacer», les decía López. Se les pide un año de compromiso aunque también se les da la máxima flexibilidad. «Durante un mes, un voluntario veterano os enseñará cómo hacer las cosas, no os dejamos solos». Y es que como dijo Irene Reigada, otra de las alumnas, «hasta que no lo pruebas no debes saber cómo te desenvuelves».

A pesar de que en el curso de este martes muchos voluntarios estaban relacionados de alguna forma con el cáncer, no es lo habitual. «Viene gente muy heterogénea, muchos estudiantes y también amas de casa», aseguraron.

Durante la formación se explicó el funcionamiento de la asociación, los servicios, las campañas informativas y sus principales reivindicaciones. «Aunque tenemos muy buena relación con la administración somos beligerantes con que se apruebe un protocolo de actuación para los pacientes diagnosticados».