Diego Riera, de la Obra Social La Caixa; Alicia González, psiquiatra y voluntaria; Maria Antònia Barceló, de la Fundación Barceló, y Lino Salas, durante la presentación de la campaña financiada por las dos entidades privadas. | Pilar Pellicer

TW
7

El Teléfono de la Esperanza alerta ante la magnitud del problema que suponen las conductas suicidas. La organización ha puesto en marcha la campaña ‘Yo también soy vulnerable’ de cara al día internacional de prevención del suicidio, el próximo día diez y reclama romper el silencio en torno al fenómeno y un trabajo conjunto de la sociedad para ponerle freno. «Son conductas que se pueden prevenir, como demuestra el trabajo del Teléfono cada día y es muy importante detectar o saber interpretar las señales de la persona suicida», explicó Lino Salas, voluntario de la asociación y responsable de comunicación de la misma.

De las 12.354 llamadas que ha recibido en los últimos nueve años el Teléfono en Baleares, 315 tenían que ver con suicidios. 57 se produjeron el último año. Salas señala que cada vez son más las que se producen. También indica como factores de riesgo situaciones de soledad: hay más comunicantes entre solteros y divorciados y de problemas económicos. La psiquiatra Alicia González, voluntaria de la organización explica que no hay un solo factor, «en el fondo, depende de los recursos emocionales que tiene la persona». Sí cita cualquier situación que suma en la impotencia a una persona, como enfermedades familiares.

La psiquiatra dio ejemplos de intervenciones reales llevadas a cabo por los voluntarios: la hija de una mujer de 90 años con Alzhéimer y que se encontraba en paro, un hombre que llamaba preocupado por los actos suicidas de su cuñado o la situación que se encontró un voluntario: una persona que se había cortado las venas y se desangraba en el baño. Gracias a la actuación del operador se consiguió saber dónde estaba y avisar al 112 para que le atendieran. González destaca la formación que tienen los voluntarios del Teléfono de la Esperanza, que pasan un proceso de dos años y explica su función: «Lo primero que busca quien llama es que alguien le acompañe en su sufrimiento. Una de las cosas más importantes es escuchar».

Lino Salas señala que el Teléfono tiene abierta una recogida de firmas con ya más de 22.000 para impulsar un plan nacional de prevención del suicidio tal y como aprobó el Congreso tras una proposición no de ley impulsada por la entidad.