Las obras de desdoblamiento de la carretera entre Llucmajor y Campos es uno de los pocos proyectos de obra pública que se ejecutaron el año pasado en Baleares por parte de las administraciones insulares | ANTIAUTOPISTA

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La inversión en obra pública en las Islas está en retroceso y en 2018 cayó a su nivel más bajo de los últimos cuatro años, con una cantidad solo ligeramente superior a algunos años de la crisis. Según datos del Ministerio de Fomento, las administraciones públicas gastaron el año pasado 243,4 millones de euros, un 15 por ciento menos que en 2017 y un 27 por ciento menos que en 2016.

En esos dos años se invirtieron 286 millones y 333 millones, respectivamente, pero es que el dato es incluso inferior a las cifras del año 2015, en el que se invirtieron 263 millones de euros en las Islas.

La mayor parte de las inversiones que se ejecutaron el año pasado corresponde a las administraciones autonómicas, que gastaron 146 millones de euros frente a los 96,5 del Gobierno central. Esta es la cifra más baja desde el año 2004, fecha en la que invirtió 47 millones.

La crisis afectó gravemente a la inversión pública de forma especial en el año 2012. Apenas se invirtieron 126 millones en las Islas y de ellos el Gobierno central solo puso 23 millones.

La mejora de la situación económica tuvo su reflejo a partir de ese punto crítico en el año 2012, pero y a partir de ahí ha ido subiendo progresivamente hasta 2016, con 333 millones de inversión. Los dos años siguientes ha habido un frenazo hasta llegar a esos 243 millones de 2018.

El ciclo económico afecta directamente a la evolución a las inversiones de las administraciones públicas y un repaso a lo gastado en los últimos años deja una cifra récord en la segunda legislatura de Jaume Matas: en 2004 se invirtieron en Baleares 805 millones de euros, casi cuatro veces más que el año pasado. Del total, el Govern balear gastó 680 millones en obra pública.

Esos fueron los años del soterramiento del tren, la construcción de la estación intermodal, del metro a la UIB, del velódromo Palma Arena o del Palacio de Congresos, las grandes inversiones que aún se siguen pagando en muchos casos.

La vista panorámica también permite comprobar que las inversiones del Estado en las Islas aumentaron de forma sensible en los años 2007, 2008 y 2009. En esos tres años, se invirtieron 231 millones, 254 millones y y 196 millones respectivamente. La respuesta está en las famosas inversiones estatutarias. El reformado Estatut d’Autonomia incluyó una disposición según la cual el Gobierno estaba obligado a pagar inversiones del Estado a través de convenios específicos para que Baleares llegara a la media estatal en inversiones.

Estas obligaciones inversoras debían durar al menos siete años, pero la llegada de la crisis económica dejó en suspenso la aplicación de las inversiones estatutarias y la caída inversora del Gobierno fue de tal calibre que en 2012 fue de esos 23,1 millones que marcan el récord a la baja en la inversión.