Miquel Mir, este martes, en la sede de la Conselleria de Medi Ambient i Territori. | M. À. Cañellas

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Miquel Mir (Campanet, 1985) es el nuevo conseller de Medi Ambient i Territori tras ser director general d’Espais Naturals i Biodiversitat, el mismo camino que siguió su predecesor, Vicenç Vidal.

Siendo usted director general, se creó el Parc Natural des Trenc y se amplió el Parc Nacional de Cabrera. ¿Hacia dónde vamos en esta legislatura?
—Se han iniciado las ampliaciones de los parques naturales de s’Albufera y Llevant de Mallorca. En el primero ya estamos en el período de alegaciones y en el segundo nos encontramos en el proceso de participación. No se olvide de que en la pasada legislatura también declaramos 1.700 hectáreas como zonas de especial protección para las aves –ZEPA–. En la ampliación del Parc Natural de Llevant incorporaremos la finca pública de Son Real –en Santa Margalida– y Cala Agulla y cala Mesquida –en Capdepera–, además de fincas privadas.

Hubo polémica con la creación del Parc Natural de Llevant durante el primer Pacte de Progrés y la hay ahora con las ZEPA.
—Siempre ha habido campañas contra la protección, muy politizadas e interesadas. Con las ZEPA se decía que no se podría cazar, arar ni podar. Los payeses que así lo desean pueden seguir cazando, arando y podando, y a nadie se le ha quitado su finca. Ningún payés tiene ningún problema para continuar con su actividad diaria. El debate sobre la protección es bueno y necesario, pero debe basarse en la realidad, no en la demagogia ni buscar la confusión de los ciudadanos.

El Gobierno central quiere gestionar la ampliación de Cabrera.
—Las aguas externas son competencia del Estado, pero la propia ley estatal de Biodiversidad prevé que las comunidades autónomas las pueden gestionar si existe una continuidad ecológica. De hecho, en Cabrera ya gestionamos las aguas exteriores del parque nacional anterior a la ampliación. Hemos presentado un requerimiento previo a la interposición de un contencioso. Preferiríamos no llegar a ello. No buscamos confrontación, sino aplicar el sentido común con una gestión unificada. Ya ha habido algún proyecto de observación de cetáceos en aguas interiores y exteriores que ha tenido que tramitar dos permisos.

Otro hito importante ha sido el Decreto de Posidonia.
—Sí, tenía más de mil páginas de expediente. Ha tenido un gran proceso de participación. El debate se ha centrado mucho en el fondeo, pero la realidad es que de éste sólo se ocupa un artículo. La inmensa mayoría del sector náutico dice que no fondea sobre la posidonia. Entonces, ¿qué problema hay?

La Llei de Residus tampoco ha gustado al Gobierno central.
—Sí, hay un preaviso para una reunión bilateral. Es una ley pionera y valiente que ha sido muy valorada en Europa. Estoy convencido de que el Gobierno central no actuará contra una ley que se adelanta a las prescripciones de la Comisión Europea y que tiene muy en cuenta la realidad de Balears.

¿Cómo está la ampliación de la red de agua en alta? ¿Llegará a Manacor en esta legislatura?
—Empieza a ejecutarse el tramo Maria de la Salut-Petra. No puedo comprometerme a llegar a Manacor en esta legislatura, pues estos procesos son muy largos, con tramitaciones muy complejas.

Precisamente porque Baleares fue pionera en su momento, hay depuradoras que se han quedado antiguas u obsoletas.
—Tenemos que ser corresponsables en depuración: Govern, Gobierno central y ayuntamientos. Es verdad que tenemos algunas depuradoras que tienen problemas puntuales en verano, pero no porque funcionen mal, sino por falta de capacidad. El Estado debe invertir en depuración. Un convenio debería regular esa inversión con unas condiciones que no hipotequen a nuestra comunidad.

Mientras hablamos hay incendios en Cala Tuent y Formentor, ¿qué se puede decir de la gestión forestal?
—Sin prevención, pública y privada, los incendios serán más recurrentes por el cambio climático, más intensos por el abandono de los bosques y más peligrosos por la expansión de zonas urbano-forestales. Además de la intervención pública en prevención, la propiedad privada debe tomar medidas de autoprotección, con distancias entre las viviendas y las masas forestales. La Conselleria puede prestar asesoramiento a los particulares sobre esta cuestión. Asimismo, la Conselleria está autorizando talas por diversas causas.

Su departamento también se ocupa de Territori. ¿Qué actuaciones llevarán a cabo en este apartado?
—Revisaremos, optimizaremos y simplificaremos el marco normativo, sobre todo en el suelo rústico, que en Mallorca e Ibiza está muy castigado desde hace décadas. Tomaremos algunas decisiones referidas al escenario normativo en suelo rústico para que realmente exista como tal, y no como anexo o jardín de actividades complementarias. El espacio rústico no debe convertirse en un espacio urbano difuso.