Cualquier método es bueno para contrarrestar el calor. | Pere Bota

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Este miércoles fue un día de temperaturas realmente altas, con máximas oficiales de 39,1 grados en el campus de la UIB y 39 grados en el aeropuerto de Son Sant Joan. Estos valores fueron, respectivamente, el tercero y el cuarto más altos de la jornada en España.
Sin embargo, una estación no automática de un colaborador de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) en Sóller registró 40,2 grados.

Pese a estos datos, Mallorca no ha entrado en ola de calor, pues para ello, explica el meteorólogo y exdelegado territorial de Aemet, Agustí Jansà, «deberíamos superar durante tres días seguidos los 36 grados y de momento solo llevamos uno».

Jansà recuerda que hay precedentes de temperaturas considerablemente altas en junio: «En junio de 2001 se alcanzaron los 41,4 grados en Son Sant Joan, siendo su máxima histórica en ese mes. En 2012, Muro llegó a los 41,2 grados en ese mismo mes».

El meteorólogo destaca las temperaturas alcanzadas a 1.500 metros de altura en días pasados: «El lunes se llegó a 26 grados a 1.500 metros de altura sobre el área de Palma y el martes se llegó a 27 grados. Son temperaturas altísimas para esa altura. Si Mallorca no estuviera sometida a la influencia del mar, esos valores se habrían reflejado en tierra con unos 42 grados, es decir, con 15 grados más. Eso es lo que suele ocurrir en el interior peninsular. La temperatura a 1.500 metros se ve incrementada en 15 grados en tierra, pero en Baleares tenemos una gran influencia del mar, que en esta época no está muy caliente y tiene capacidad para refrescar».

Pese a los altos valores de este miércoles y los previstos para este jueves, Jansà no cree probable que «lleguemos a los 41 grados. Tenemos altas temperaturas por la entrada de un aire extraordinariamente cálido, como lo demuestran los valores apuntados a los 1.500 metros de altura, pero, en Mallorca, de momento no estamos en ola de calor, pues deberíamos superar los 36 grados durante tres días seguidos, lo cual es posible».

Para Jansà, la relación entre las altas temperaturas de junio y el cambio climático solo se pueden establecer en términos de probabilidad: «En un cambio climático, es más probable que ocurran episodios de altas temperaturas en junio como el que estamos viviendo. Pero no podemos atribuir matemáticamente estos días de calor al cambio climático».

El meteorólogo señala que las temperaturas superiores a 41 grados de 2001 y 2012 «son relativamente recientes, por lo que sí podríamos establecer una recurrencia de las olas de calor en junio».

Jansà defiende que una de las consecuencias del cambio climático es la expansión del verano hacia la primavera, pero, precisamente, no sería el caso de este año: «La primavera no ha sido cálida. De hecho, hasta estos últimos días, junio había sido más frío de lo normal».

Cabe destacar que Banyalbufar llegó a los 30,6 grados a las 06.50 horas, siendo el valor más alto de España en ese horario.