Marcos Pleite explica a ultimahora.es cómo comenzó en Youtube y su forma de trabajar. | Jaume Morey

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La pasión de Marcos Pleite, un adolescente de 17 años, son los videojuegos. Por eso, hace un año decidió crearse el canal de Youtube ‘Friki Supremo’, donde cuenta con casi 2.000 seguidores y cuelga vídeos comentando diferentes juegos de ordenador. Hasta aquí, es la historia del sueño cumplido de cualquier adolescente. Sin embargo, este youtuber mallorquín tiene una característica que le hace especial: tiene una distrofia muscular que le provoca una fuerte limitación en el sistema motor.

Neus López, orientadora de Aspace –donde Pleite va a clase–, explica que «siempre ha sido un estudiante que ha destacado en informática, y además, sus profesores siempre han destacado sus ganas de aprender y de querer saber más sobre estos temas». Desde Aspace siempre han intentado fomentar sus habilidades informáticas, ya que se le considera un estudiante aventajado.

Todo empezó en julio del 2018, cuando Pilar Belmonte recibió una noticia por parte de su hijo Marcos: «Mamá, quiero ser youtuber». Al principio, Belmonte no lo veía claro. «Le dije que cómo iba a abrirse un canal, que no era posible, pero me dijo que sí, que había hecho vídeos en directo con un amigo y había gente que los veía, así que le dije que adelante», asegura. Pleite explica que, a pesar de la negativa de su madre, «había que probar, porque si tenía éxito estupendo, pero si no lo tenía me iba a divertir igual».

Su pasión por los videojuegos empezó con la PlayStation, pero hace un par de años dio el salto a los juegos de ordenador porque «tienen más calidad de imagen», asegura. Cuando comenzó a subir vídeos, los seguidores subían con cuentagotas, pero gracias a que un youtuber con unos 10.000 suscriptores compartió su perfil en Twitter, el canal de Friki Supremo consiguió cerca de 1.000 seguidores en una noche.

Además de gestionar esta cuenta, Marcos Pleite lleva cuatro años estudiando programación de videojuegos. «Aunque me gusta mucho jugar, lo que en realidad me llena es hacerlos». Sin embargo, es consciente de que los diplomas de la academia en la que estudia no le sirven para un futuro profesional. Por eso, en septiembre de este año comenzará la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) para tener el título que le permita dar pasos hacia su próximo objetivo: llegar a sacarse la carrera universitaria de programación de videojuegos para ser un profesional y dedicarse a lo que le apasiona. De momento, tiene que encontrar la vía para acceder a estudiar, ya que la burocracia no permite que un alumno esté matriculado en un centro de educación especial y en un centro de educación para adultos al mismo tiempo, aunque parece que existe voluntad por parte de todos los actores.

Por el momento, y mientras no tenga la titulación profesional, Pleite programa pequeños juegos para la academia y sigue con su canal. Ahora, el joven suele subir un vídeo a la semana a Youtube, y en la plataforma Twitch juega en directo dos o tres veces, pero su objetivo es conseguir elaborar tres y hacer streaming cada día. «Para saber de qué voy a hablar, cada mañana abro Twitter, veo lo que se está moviendo en temas de anime y videojuegos, y preparo los contenidos», explica Pleite. En su canal, en el que hay unos 200 vídeos, se pueden encontrar ‘gameplays’ de Pokémon, Fortnite, o God of War, así como trucos para vencer a los villanos y partidas en directo. Para dar variedad a su público, el youtuber tiene una colección de juegos inmensa: cuenta con más de 1.500 títulos en la plataforma de distribución Steam, y unos 50 o 60 físicos, siempre en ediciones limitadas.

Pero Pleite no se limita sólo al mundo ‘gamer’, y es que también sube vídeos más tradicionales, como una visita por las reliquias de su habitación -room tour-, la elaboración de su primer tatuaje -de Bola de Drac, por supuesto- o comentarios sobre las nuevas series de anime de la temporada.

Todos sus contenidos tienen algo en común, y es el buen montaje. Pleite reconoce que es extremadamente perfeccionista con sus vídeos. «Puedo editarlo tres o cuatro veces, hasta que queda como yo quiero», añade. Además, conoce los trucos para retener al público, como subir vídeos de menos de 15 minutos, para que la gente no pierda el interés.

En cuanto al equipo de grabación, explica que ha ido adquiriendo poco a poco artilugios más profesionales, como un ordenador con una buena tarjeta gráfica, un micrófono profesional y una cámara. Además, el youtuber ha conseguido que una web le mande videojuegos que le interesan de manera gratuita a cambio de reseñas.

Al tener movilidad reducida, necesita un poco de ayuda a la hora de preparar el escenario de sus vídeos. Su madre le ayuda a poner la cámara y le coloca las manos, una sobre otra, para que pueda mover con comodidad la que maneja. Desde ese momento, Marcos se desenvuelve solo. Graba, comenta, juega y edita sin barreras. Explica que «al principio los seguidores me preguntaban por la silla, por cómo me apañaba para grabar y montar los vídeos...». La curiosidad en estos casos es positiva, y Pleite contestaba sin problemas. De hecho, reconoce que al empezar en el canal no tenía referentes, ya que no conocía a ningún youtuber con distrofia muscular.

En cuanto a la interacción, muchos de los comentarios en sus vídeos son positivos, alabando la diversidad y poniendo en valor su labor y su esfuerzo. Sin embargo, también se ha encontrado con personas que le critican por estar en silla de ruedas. Ante estas situaciones, el youtuber lo tiene claro: bloquear a esas personas y a seguir con el canal. Para todas aquellas personas con diversidad funcional que duden, Marcos Pleite, alias Friki Supremo, lo tiene claro: «aunque siempre van a venir personas que te rechacen, se puede hacer. Hay que ser constante para ver los resultados, pero no es imposible».

Mientras la sociedad sigue debatiendo lo que pueden o no pueden hacer con discapacidad, Friki Supremo continúa su recorrido en Youtube. Ya tiene próximo reto: jugar durante 24 horas seguidas para celebrar el primer aniversario del canal que, según garantiza, no será el último.