La coincidencia de cinco cruceros los días 8 de junio, 26 de julio y 27 y 28 de agosto, según las previsiones de la Autoritat Portuària de Balears (APB), producirá un lleno en el puerto de Palma, ya que son las jornadas en que habrá más buques amarrados. Esto se traduce en un mayor número de cruceristas por el centro de la ciudad, algo que algunos ciudadanos consideran positivo, y otros excesivo. | Archivo

TW
28

El puerto de Palma se ha convertido en uno de los mayores polos de atracción de cruceros del Mediterráneo. Prueba de ello es el incremento de escalas que se registra año tras año, especialmente en los meses de verano. Esta temporada estival, desde el 1 de junio y hasta el 30 de septiembre, atracarán en el puerto de la ciudad 299 cruceros, lo que representa un 7,19 % más que en el mismo período del año anterior, lo que representa un incremento de 20 buques. Así se desprende de la estadística de previsiones de la Autoritat Portuària de Balears (APB).

De acuerdo con estos datos, este verano se alcanzará la cifra más alta de llegada de cruceros en el puerto de Palma y supone casi 100 más que los que atracaron en 2012 entre los meses de junio y septiembre. Este incremento registrado en los últimos años ha provocado el rechazo de parte de la sociedad, que considera que se deberían establecer límites para no ahondar en una saturación que creen que ya existe.

Esta sensación de masificación se produce, sobre todo, en los días en que se concentra un mayor número de cruceros en el puerto de Palma. A lo largo de los próximos cuatro meses, algunos días coindirán hasta cinco buques, aunque no es la tónica general. Según las previsiones de la APB solo ocurrirá durante cuatro días de estos meses.

Restricciones

El alcalde en funciones de Palma y candidato de Més a la reelección, Antoni Noguera, llevaba en su programa electoral la propuesta de restringir a un máximo de tres cruceros por día la llegada de estos buques al puerto de la ciudad. Esta medida no se pudo implantar en la pasada legislatura ya que no se trata de una decisión que dependa del Ajuntament sino empresarial. Las navieras son las que programan las escalas en los puertos en función de la demanda, aunque atienden los requerimientos para que escalonen la llegada de los buques a lo largo de toda la semana. En caso de adoptarse una medida restrictiva debería aprobarse en el seno de la APB, organismo estatal con participación de las administraciones autonómica, insular y local.

Sobre esta cuestión, la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros, CLIA, ya advirtió de que en caso de que se adopte algún tipo de restricción desviará cruceros a otros destinos que no planteen ninguna medida semejante. Sin embargo, esta patronal también advirtió de los efectos «negativos» de implantar la ecotasa a los cruceristas y en realidad casi no se han notado. En verano, cuando la ecotasa se duplica, llegarán más cruceros y a lo largo del año la cifra apenas varía respecto del 2018. Recalarán en Palma 584 buques frente a los 590 de un año antes.