La doctora Carmen Calles. | Pilar Pellicer

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María del Carmen Calles es una doctora salmantina residente en Mallorca desde hace más de 20 años. Actualmente es la coordinadora de la Unidad de Esclerosis Múltiple de Son Espases. Desde el año pasado, esta médico utiliza en algunos pacientes el medicamento Ocrelizumab, fármaco del laboratorio Roche pionero en el tratamiento de uno de los tipos de esclerosis más agresivos.

Es una gran noticia que se haya desarrollado un fármaco para tratar esta enfermedad.
— La verdad es que ha sido todo un logro porque el Ocrelizumab es un fármaco que no sólo funciona en las formas remitentes de la esclerosis, que son las más frecuentes. Es el primer tratamiento modificador que ha demostrado ser efectivo en la esclerosis múltiple primaria progresiva.

¿Cómo fue el proceso de testeo del fármaco?
— Los ensayos clínicos han sido largos. Para las formas progresivas se investigó este fármaco frente a placebo, y los resultados que demostraban su eficacia salieron publicados en la revista de investigación médica The New England en el año 2017. Después fue un proceso largo, porque tras demostrar la eficacia de un medicamento siempre se requiere que tanto la Agencia Europea del Medicamento como la Agencia Española autoricen su comercialización. La entidad europea dio el visto bueno en enero del 2018 y las autoridades españolas lo han hecho en enero del 2019.

¿Cuándo se empezó a utilizar en Baleares?
— En las Islas, presentamos el medicamento en la comisión autonómica en enero y se aprobó. Nosotros empezamos a usarlo fuera de ficha técnica como uso compasivo, que requiere de un informe previo y solicitud al laboratorio, en enero del año pasado, cuando se había aprobado en Europa pero en nuestro país estaba pendiente de la autorización.

¿Por qué se ha decidido utilizar el Ocrelizumab en su unidad?
— Para las formas remitentes recurrentes de la esclerosis teníamos muchos fármacos modificadores desde hace muchos años que demostraron su eficacia. Sin embargo, en las formas progresivas primarias, que son mucho menos frecuentes, no se había conseguido dar con ningún medicamento eficaz para reducir la progresión de la enfermedad en ninguno de los ensayos clínicos realizados. Sin embargo, en los resultados de este nuevo medicamento se vio que se reducía la progresión de la discapacidad que presentan estos pacientes en un 24 por ciento. Es un resultado modesto, pero teniendo en cuenta que es el único fármaco que ha demostrado eficacia para este tipo de enfermedad, es muy esperanzador para los neurólogos que nos dedicamos a esto. Hay que tener en cuenta que es una causa de discapacidad importante y que cursa en personas jóvenes, con lo cual crear un fármaco eficaz es importante.

¿Todos los pacientes con esclerosis primaria progresiva lo pueden utilizar?
— No es para todos, esto hay que tenerlo en cuenta. Hay que seleccionar adecuadamente a los pacientes para que la relación beneficio-riesgo sea la adecuada. Se ha visto que merece la pena en la esclerosis múltiple temprana, es decir, que los pacientes lleven un tiempo de evolución inferior a 15 años, y que la discapacidad no sea muy importante, que al menos puedan deambular, aunque sea con ayuda.

¿Cuánto tiempo tardan los pacientes en notar los efectos y qué experimentan ellos?
— Es un fármaco que modifica el curso de la enfermedad. En la esclerosis primaria progresiva la enfermedad y la discapacidad avanza. Lo que se ve es que el Ocrelizumab frena la progresión de la discapacidad, y esto se aprecia a las 12 semanas de empezar el tratamiento. Es importante destacar que la enfermedad no retrocede, sino que se frena la progresión. También hay que dejar claro que es un medicamento que se administra cada seis meses, con lo que es muy cómodo para los pacientes.

¿Los pacientes no tienen que hacer nada más que inyectarse el fármaco?
— En la esclerosis múltiple primaria progresiva la rehabilitación es fundamental, a todos nuestros pacientes se lo aconsejamos. Además, también hay tratamientos sintomáticos. Por ejemplo, estas personas tienen mucha rigidez, y si toman algo que les alivie mejora su calidad de vida.