Imagen de archivo de una reanimación en una calle de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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«Es verdad que cada vez aparecen infartos en gente más joven, pero no es por las causas clásicas», explica el jefe de servicio de Cardiología de Son Espases, Vicente Peral. Los motivos más frecuentes son el componente hereditario o bien el consumo de tóxicos cuando se trata de menores de 30 años. Según el doctor Peral «a partir de los 45 hay que empezar a cuidarse».

El jefe de servicio del 061, José María Álvarez, confirma que en Baleares hay un índice alto de infartos relacionados con tóxicos y que «es posible que esta comunidad tenga unas tasas de cardiopatía isquémica en gente joven, mayor que en otras comunidades».

Los expertos señalan que, aún sin conocer bien el caso, el infarto de miocardio que sufrió el pasado miércoles el portero del Oporto, Iker Casillas, se justificaría con antecedentes familiares. «El infarto se produce por placas de ateroma en las arterias coronarias cuya fragilidad se puede romper de forma caprichosa sin ningún desencadenante», añade Álvarez. Si bien a partir de los 18 años todo el mundo tiene placas de ateroma, «a algunos les crece mucho y en otros es más estable», explica Álvarez. En el caso de una placa vulnerable, «cuando se rompe genera un trombo en la arteria coronaria, eso es inmediato y la respuesta precoz es fundamental».

El jefe del servicio de Medicina del Deporte del Consell de Mallorca, Bartomeu Marí, intuye que «había una coronaria completamente obstruida, calcificada, algo que no suele pasar a estas edades, sino a partir de los 50 años». Y es que a los 50 es cuando el corazón se vuelve más vulnerable.

Según el cardiólogo Vicente Peral la continuidad de Iker Casillas como deportista de élite depende de la afectación al corazón. «No es lo mismo si es extenso o pequeño o si hay una oclusión de una arteria o no llega al infarto».

Lo cierto es que a Casillas le han implantado un stent, un pequeño tubo de malla de metal que se expande dentro de una arteria del corazón. Ahora habrá que esperar a que «se recubra bien de las células del organismo y una vez esto ocurra podrá volver a jugar», explica el médico especialista de Son Espases, «no será en un tiempo corto, como se dice». Si bien podrá hacer vida normal en poco tiempo queda en el aire su futuro como deportista de élite.