Momentos iniciales de la procesión del Viernes Santo en el centro de Palma. | Jaume Morey

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La procesión del Sant Enterrament de Palma, que se celebró en Palma a partir de las siete de la tarde de ayer fue especialmente emotiva porque el año pasado tuvo que suspenderse poco después del inicio a causa de la lluvia. Pese a que las condiciones meteorológicas no eran del todo favorables, la procesión trancurrió con normalidad y siguió su recorrido habitual por el casco antiguo de la ciudad.

El sonido del primer redoble de tambor a las siete de la tarde en una plaza de Sant Francesc llena de pasos procesionales dio inicio a la procesión del Sant Enterrament, una de las más numerosas y la que pone fin a la Semana Santa palmesana. Se caracteriza por el silencio y la plegaria que marca el Viernes de pasión. Contó con la participación de más de 4.500 cofrades de las 33 cofradías de la ciudad, que salen por orden de antigüedad. Así, la primera en salir fue la de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Nuestra Señora de la Paz, fundada en 2008, mientras que la última fue la de la Cruz de Calatrava, que data del 1902.

La ruta por el casco antiguo de Ciutat dio una enorme vistosidad a la procesión que, tras salir de la iglesia de Sant Francesc, transcurrió por las calles Convent de Sant Francesc, Plaça de Santa Eulàlia, Cadena, Plaça de Cort, Colom, Bosseria, Galera, Corteria, Quartera, Esparteria, Mercadal, Travessia d’en Ballester y Socors. Finalizó en la iglesia del mismo nombre.

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A pesar de que fueron muchos los fieles y curiosos que se concentraron en el centro de Ciutat para ver pasar la procesión del Divendres Sant, las calles fueron vaciándose a medida que avanzaba la noche. Como es habitual en los últimos años, la procesión se prolonga alrededor de seis horas, ya que la imagen del Cristo, una talla que data del siglo XVI, no llegó al Socors hasta bien entrada la madrugada.

Ceremonia
La iglesia estaba abarrotada de ciudadanos que aguardaban en silencio absoluto para vivir uno de los momentos clave de la Semana Santa, el que representa el entierro de Jesucristo tras su muerte en la cruz.

Los hermanos de la cofradía de la Cruz de la Calatrava –organizadora de la procesión del Sant Enterrament– transportaron al Cristo en medio de un silencio absoluto. La imagen del Cristo yacente salió de Sant Francesc pasadas las once y media de la noche y provocó que a muchos fieles incluso les saltaran las lágrimas ya que el pasado año no pudieron contemplar esta escena. Ni el viento ni la temperatura baja de esas horas de la noche les impidió presenciar la procesión del Sant Enterrament.

Este año volvió a aumentar el número de cofrades y tanto en la procesión del Dijous Sant como en la del viernes se batió un récord de participación. También son las que congregan más público, de ahí que la Asociación de Cofradías de Palma apostara el pasado año por reducir el número de procesiones del lunes, martes y miércoles.