El perfil de la primera Estación Marítima, diseñada para trasatlánticos de cruceros, forma parte del paisaje portuario desde 1961. Su torre fue vanguardista en Palma por su arquitectura con fachada de cristal. | Gabriel Alomar

TW
7

Uno de los edificios más emblemáticos del puerto de Palma pronto será historia. La torre de la Estación Marítima 1, durante los años sesenta uno de los puntos de encuentro ciudadano más populares de la ciudad, será derribada la semana próxima. Estos días ya ha dado comienzo la demolición de los interiores.

La Autoritat Portuària ha adjudicado una partida de 115.000 euros para esta operación que cambiará el ‘skyline’ del puerto. Independiente de la propia estación, desde principios del presente siglo la torre se mantiene en desuso, por lo que la APB considera que se puede prescindir de este elemento, que en su día representó uno de los ejemplos más vanguardistas y únicos en su género de la arquitectura contemporánea en Mallorca, obra de Antonio Dicenta.

No en vano, su interior acogió un restaurante acristalado con espectacular vista panorámica, que combinaba su actividad con una gran terraza de bar abierta las 24 horas.

Desde su inauguración en 1961 hasta su cierre como tal en 1969 fue uno de los más populares puntos de encuentro ciudadano, a la vez que acogía un continuado trafico de trasatlánticos y cruceros turísticos.

Su imagen quedó inmortalizada en la película El verdugo, de Luis García Berlanga y en numerosas postales. Más tarde, durante los años 80 sufrió una transformación que modernizó su apariencia, aún conservando su fachada de piedra de Santanyí y albergó distintas oficinas, adoptando el aspecto que ha conservado hasta hoy. Según la APB, la torre «es poco espaciosa y ha quedado no funcional porque no puede ser adaptada a los requisitos para personas con movilidad reducida».

Sus escombros serán utilizados como relleno de la explanada que se construye en el antiguo espejo de agua del muelle de Ponent Nord. Su derribo se inscribe en el programa de demoliciones que han afectado ya a dos edificios del Mollet y al antiguo economato además del espacio del Club del Molinar.