Entre los expedientes para nuevas construcciones agrarias destaca el número de peticiones de explotaciones de riego. Desde 2015 se han solicitado 57 autorizaciones de las que un total de 40 han recibido el visto bueno del Govern.

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Un centenar de instalaciones agrarias ilegales se ha acogido a la ley que aprobó el Govern de José Ramón Bauzá a instancias del entonces conseller d’Agricultura, Gabriel Company, para tener todos los permisos en regla. La ley que se aprobó a finales de la legislatura pasada incluía una disposición que legalizaba de forma masiva y automática todas las construcciones agrarias sin papeles con la condición de que cumplieran una serie de requisitos.

Estas condiciones eran poder acreditar que la instalación que se quería legalizar fuera anterior al año 1991, que tuviera uso agrario y que en ella existiera una explotación agraria comprobada con anterioridad a la aprobación de la ley. Los cálculos del Govern apuntaban a que la medida podría llegar a beneficiar a centenares de instalaciones y construcciones en suelo rústico sin ningún tipo de autorización.

Menos de lo esperado

Los expertos entienden que cualquier construcción que cumpliera esos requisitos quedaba automáticamente legalizada, pero la realidad ha sido que apenas 106 instalaciones de este tipo han presentado papeles en la Conselleria de Medi Ambient para consolidar la legalización. Los datos de que dispone de la Conselleria de Medi Ambient señalan que en 2015 hubo 25 legalizaciones; en 2016 apenas fueron 12; en 2017 llegaron a 35 y el año pasado sumaron 34.

El director general de Agricultura del Govern, Mateu Ginard, explicó que su departamento también ha denegado varias peticiones ya que no cumplían los requisitos que marca la ley. En todos estos años, ha habido un total de siete denegaciones de permiso. Ginard reconoce que no existe una estimación precisa de cuántas instalaciones agrarias están levantadas sin licencia, pero precisó que, si piden certificación y cumplen las exigencias de la ‘ley Company’, la Conselleria tiene la obligación de dar el certificado.

Además de estas peticiones de legalización, en los últimos cuatro años el Govern ha recibido, además, un total de 538 solicitudes para instalaciones y construcciones agrarias de todo tipo. Un total de 202 son edificaciones agrícolas, pero además hay 27 bodegas, 28 actividades ecuestres y 20 agroturismos.