Joan Font, con camisa azulgrana, se encara al expresident del Govern Cristòfol Soler en la manifestación del 7 de octubre de 2017, cuando se destrozó el tenderente soberanista. | Teresa Ayuga

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El juez da por concluida la instrucción e inicia el trámite para que el exdiputado del PP Joan Font Rosselló se siente en el banquillo de los acusados para responder por un delito de odio. El magistrado concluye en un auto que el ataque a un tenderete de Assemblea Sobiranista de Mallorca en medio de una manifestación españolista tuvo un móvil ideológico: «A criterio de este instructor, fue la única causa de lo acontecido».

El auto da traslado a las acusaciones para que acusen a Rosselló. Constata la participación del entonces portavoz de la Fundación Jaime III a través de las grabaciones de los incidentes y por su propia declaración. Los hechos ocurrieron durante una protesta multitudinaria en Palma el 7 de octubre de 2017. La manifestación discurría por la calle Sant Miquel y tenía que tomar la calle Oms. Un grupo se dirigió al puesto que tenían los soberanistas en la plaza de la Porta Pintada en el que había siete personas. Allí se sucedieron los incidentes y en los vídeos se ve a Rosselló tirar una mesa y un estandarte. El juez destaca la agresividad de algunos de los manifestantes y que solo la intervención de la Policía Nacional evitó acontecimientos más graves.

Rosselló admitió en el juzgado ser el responsable de parte de los daños, pero insistió en que intentó calmar los ánimos. El magistrado señala: «Se ha acreditado que en algunos momentos intentó mediar. Puede incluso que no iniciara el choque entre los dos bandos. Sin embargo, es indiscutible que causó daños en el stand y que, teniendo ascendencia sobre los demás manifestantes, algunos de estos derribaron el tenderete».

En la resolución se recuerda que el suceso tuvo lugar en un momento de «crispación y tensión» tras el referéndum en Catalunya: «No puede compartirse la tesis sostenida por la defensa de que lo que pasó fue fruto de un ‘calentón', pues, si no consiguió el investigado el loable objetivo que dijo pretender de calmar los ánimos para no estropear el éxito de la convocatoria, le hubiera bastado con abandonar el lugar de los hechos», finaliza.