La Procesión de los Estandartes, en la que desfilan representantes de las 33 cofradías de Palma, es la primera de las que se llevan a cabo en Semana Santa y tiene lugar el viernes anterior al inicio de la Semana Santa. | M. À. Cañellas

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A menos de tres meses para que comience la Semana Santa, la junta directiva de la Asociación de Cofradías de Palma ha dimitido en pleno. La decisión se tomó hace unas semanas y ahora se debe comunicar de forma oficial ante el Obispado de Mallorca.

El ya expresidente, Miquel Llabata, explicó este jueves a este periódico que en estos momentos se mantienen como junta provisional hasta que finalice la Semana Santa de este año. Una vez que hayan pasado las procesiones, se convocarán elecciones. Llabata es, por tanto, en estos momentos el coordinador de las cofradías de cara a la organización de la Semana Santa que se celebrará a mediados de abril.

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Si bien desde la junta no quisieron aclarar los motivos que han provocado esta dimisión, a finales del pasado año salió a luz un conflicto interno que requirió la mediación del obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull. El motivo de la disputa fue la sanción de la Asociación de Cofradías a varias de ellas con no poder salir en procesión este año al no cumplir con algunas de las reglas establecidas, como no salirse del itinerario establecido o ceñirse a las pautas musicales, entre otras normas.

Esta sanción provocó tensiones y el obispo Taltavull intervino. Mantuvo un encuentro a finales de año con cofrades y responsables de cofradías en el marco de unos cursos de formación que ofrece el Obispado, una especie de catequesis para este colectivo. Al no tratarse de incumplimientos graves, el obispo intentó buscar una solución y propuso que las cofradías sancionadas en lugar de no salir pagasen una multa de poco más de cien euros, una cantidad que se destinaría a Càritas.

Pese a que fue el primer año que se impuso esta sanción por parte de la Asociación de Cofradías, algunos miembros de las cofradías reconocieron que los incumplimientos que provocaron la imposición de la sanción «se repiten año tras año». Aún así, el obispo optó por buscar una solución que no perjudicara a todos los penitentes que recorren las calles de Palma.
En cualquier caso, es lógico que desde la Asociación de Cofradías se establezcan unas normas ya que las procesiones podrían convertirse en un verdadero caos. Las que aglutinan más cantidad de público son las del Jueves y Viernes Santo.