La Procesión de los Estandartes, en la que desfilan representantes de las 33 cofradías de Palma, es la primera de las que se llevan a cabo en Semana Santa y tiene lugar el viernes anterior al Viernes Santo. | Jaume Morey

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El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, ha sacado su talante conciliador para que las 33 cofradías de Palma puedan salir en la Semana Santa del próximo año. La Asociación de Cofradías había sancionado a unas cuantas por no cumplir con algunas de las reglas establecidas, como no salirse del itinerario establecido o ceñirse a las pautas musicales, entre otras normas. De acuerdo con la sanción interpuesta, no podían salir en procesión el próximo año.

Sin embargo, la labor mediadora del obispo permitirá que todas puedan salir en la Semana Santa de 2019. «Al final todo se ha solucionado, y es que cuando hay buena voluntad todo se arregla», señalaban ayer a este periódico algunos presidentes de las cofradías de Ciutat.

Explicaron que no se trataba de incumplimientos graves, por lo que el obispo intentó buscar una solución. De este modo, Sebastià Taltavull propuso que las cofradías sancionadas en lugar de no salir pagasen una multa de poco más de cien euros. Esta cantidad se destinará a Càritas.

El obispo mantuvo un encuentro el pasado miércoles por la noche con cofrades y responsables de cofradías en el marco de unos cursos de formación que ofrece el Bisbat, una especie de catequesis para este colectivo. De todos modos, después de Navidad está prevista otra reunión para intentar acabar de cerrar esa cuestión, sobre la que muchos de los implicados prefieren guardar silencio.

En cualquier caso, algunos miembros de las cofradías reconocieron que los incumplimientos que provocaron la imposición de la sanción «se repiten año tras año». Aún así, el obispo optó por buscar una solución que no perjudicara a todos los penitentes que recorren las calles de Palma.

Una de las principales novedades de la Semana Santa de este año fue una reestructuración de los desfiles procesionales pasando de los 17 del año anterior a nueve. El cambio se debió a algunos factores operativos, pero también a otros relacionados «con la falta de respuesta ciudadana y las críticas vecinales por las molestias que suponía el cierre de calles en diferentes barrios de la ciudad», según indicaron desde la Asociación de Cofradías en su momento.