Las personas que se ven obligadas a coger el tren para ir a Palma a estudiar o trabajar viven en primera persona las escenas que se reproducen en las imágenes. La saturación obliga a muchos pasajeros a quedarse en el andén por imposibilidad de acceder al vagón. | Teresa Sastre

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La Associació d’Usuaris del Tren denuncia la saturación de los ferrocarriles en hora punta. La entidad califica de «insostenible» la situación del servicio, y exige medidas como establecer «más frecuencias o que se reestructuren los trenes exprés para que puedan hacer más paradas».

Entienden que estas medidas se deberían aplicar con carácter urgente mientras no se ponga en marcha la electrificación o se contraten más maquinistas.

Joan Vidal, uno de los representantes de la asociación, explica en un comunicado que «para que el transporte público, en este caso el tren, sea una alternativa real al coche privado y a la consiguiente saturación que sufren las carreteras, no puede ser que en las horas punta, que corresponden con entradas y salidas del trabajo, escuelas, etc., los vagones estén llenos a tope».

La asociación explica también que en los trenes de estas horas punta hay gente que se ve obligada a quedarse en los andenes porque no puede entrar en los vagones. Muchos de los afectados son «estudiantes y trabajadores que no pueden llegar a tiempo al lugar de destino».

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Palma-Inca

Una de las líneas donse se producen más problemas es la que realiza el trayecto desde Inca hasta Palma, que tiene una frecuencia en hora punta de diez o veinte minutos.

En paradas como Consell/Alaró o Santa Maria se concentra un gran número de personas que residen en estos municipios pero que trabajan o estudian en Palma. Recordemos que Santa Maria tiene una población que ronda las 7.000 personas, mientras que en Consell y en Alaró residen algo más de 9.000.

Este trayecto Palma-Inca, que recorre 15 paradas, es el que desde siempre ha tenido más afluencia de viajeros, seguido por el tramo hasta Manacor y finalmente hasta Sa Pobla. Si nos fijamos en los datos, más de dos millones y medio de personas cogieron el tren en el primer semestre del año pasado, y la tendencia que se mantiene desde 2015 es que estas cifras sigan subiendo.

La Associació d’Usuaris del Tren denuncia también que «la contestación a las quejas y demandas que plantean los usuarios de manera individual no aportan ninguna solución ni asunción de responsabilidad por parte del Servei Ferroviari de Mallorca, ni del Consorci de Transports de Mallorca ni de la Direcció General de Transports i Mobilitat».