El año 2017 ha sido el más cálido y el segundo más seco en España desde que hay registros. | Xesca Serra

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El año 2017 ha sido el más cálido y el segundo más seco en España desde que hay registros, aunque en Mallorca llovió algo más de lo normal, según el balance anual definitivo de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que señala que este pasado año ha sido «extremadamente cálido» en España.

Así, la portavoz de la AEMET, Ana Casals, ha explicado que este ha sido el año más cálido desde que hay registros en España, ya que la temperatura media anual de 2017 ha sido 16,2 grados centígrados (ºC), un valor que supera en 1,1ºC el valor medio anual y supera en 0,2ºC al anterior valor más alto, que se registró en los años 2011, 2014 y 2015, que fueron los años que más se han acercado a este récord.

Además, Casals ha señalado que de los diez años más cálidos desde 1965 siete de ellos son parte del siglo XXI y de estos, cinco se han registrado en la actual decena. «En 2016 no se batió récord, pero este y los anteriores sí», ha dicho.

En ese sentido, ha añadido que la temperatura media fue más de medio grado centígrado (+0,5ºC) más cálida de lo normal «en gran parte» de España y que «en ningún punto» se registraron anomalías negativas. De hecho, la anomalía ha sido cercana a +2ºC en el Pirineo central, extremo oeste de Castilla y León y en diversas áreas de la comunidad de Madrid, Extremadura, centro de Andalucía y sur de Galicia, al tiempo que en más de treinta estaciones principales la temperatura media anual superó el anterior valor más alto de sus respectivas series climatológicas.

La portavoz ha agregado que en más de 40 estaciones principales, la meda anual de las temperaturas máximas ha sido la más alta de la serie y en cuatro de ellas, la media anual de las mínimas fue la más alta desde que tienen registros.

En este ejercicio se han producido cinco olas de calor y Casals ha destacado que las tres más importantes fueron la del 13 al 21 de junio, un mes que terminó con una temperatura media 3ºC por encima de la media del mes. La segunda de ellas tuvo lugar entre el 12 y el 16 de julio, cuando se registraron las temperaturas más altas de todo el verano, con 46,9ºC en el aeropuerto de Córdoba el día 13, que es la máxima más alta de todo el año, mientras que la tercera ola de calor se extendió del 2 al 6 de agosto.

Por el contrario, Casals ha precisado que durante 2017 solo hubo una ola de frío, entre los días 18 y 20 de enero, cuando nevó en Torrevieja (Alicante) «donde hacía 103 años que no nevaba», igual que en otros muchos puntos de la costa de Levante.

En cuanto a la evolución, ha indicado que enero fue un mes frío, con una anomalía negativa de 0,5ºC mientras que febrero fue cálido, con una media de 1,6ºC por encima de la media mensual.

A continuación, la primavera tuvo un carácter «extremadamente» cálido, ya que la media fue 1,7ºC superior a la media de la estación. De hecho, esta ha sido la primavera más cálida desde 1965, ya que superó en 0,1ºC a la de 2011. Después, el verano fue «muy cálido», con una temperatura de 1,6ºC más de la media de la estación. De hecho, Casals ha destacado que fue el segundo verano más cálido desde 1965, solo por detrás del verano de 2003.

En la misma línea, el otoño tuvo también un carácter «muy cálido», ya que fue 0,8ºC más cálido que la media de la estación. En concreto, septiembre fue normal, octubre fue «extremadamente cálido», con una media 2,6ºC superior a la temperatura media normal, noviembre fue normal en su conjunto mientras que diciembre resultó en su conjunto frío, con una temperatura media de 0,4ºC inferior a la normal.

«MUY SECO», UN 27% MÁS SECO DE LO NORMAL

En cuanto a las precipitaciones, la portavoz ha indicado que 2017 ha sido el segundo año más seco desde que hay registros y «no fue el más seco» debido a las nevadas del mes de enero. En concreto, este año ha llovido 474 litros por metro cuadrado de media en el conjunto de España, lo que supone un 27 por ciento menos del valor medio anual, respecto del periodo 1981-2010.

«Apenas llovió en otoño y primavera, que son las dos estaciones más lluviosas», ha comentado Casals, que ha apuntado que 2017 queda por detrás de 2005, cuando la precipitación fue de 468 litros por metro cuadrado. «Si no hubiera sido por las nevadas de enero, habría sido el más seco», estima.

En concreto, ha dicho que solo llovió más de lo normal en un área que abarca el norte del País Vasco, gran parte de Navarra, La Rioja, Aragón, «algo» en Mallorca y alguna zona de la provincia de Alicante. En el resto hubo menos lluvias de lo normal.

Por el contrario, llovió un 25 por ciento menos de lo normal o aún menos en gran parte de la mitad sur peninsular, en extensas zonas de castilla y León, Cataluña, la mitad sur de Aragón, la mitad norte de la Comunidad Valenciana, zonas del oeste y este de Galicia, en Castilla-La Mancha, Madrid, Canarias y en Ibiza.

De hecho, ha puntualizado que las provincias más secas son las de Valladolid y Palencia, en una zona del oeste de Extremadura entre Cáceres y Badajoz y en varias zonas de Canarias, donde no llovió ni la mitad de los valores normales.

Así, en siete observatorios principales, se ha superado el anterior récord de precipitación más baja de su serie, es decir que es ha sido el año con menos lluvias de su historia. «Ha sido un año de récord y efemérides varias: de precipitación mínima; de temperaturas máximas; de temperaturas máximas más bajas; de precipitación máxima diaria, entre otras», ha añadido.

Por ejemplo, en Albedro (La Coruña), este año se han recogido 696 litros por metro cuadrado, cuando lo normal serían 1.500 litros por metro cuadrado y comenta que la anterior efeméride ocurrió en 20011, cuando se acumularon 726 litros por metro cuadrado.

En Valladolid-Villanubla se han recogido 205 litros por metro cuadrado y en Valladolid, 190 litros por metro cuadrado, cuando lo normal serían 256 y 238 litros por metro cuadrado respectivamente, es decir, 50 litros menos del anterior récord de mínima precipitación, que fue en 1991. Lo normal en Valladolid-Villanubla, son 435 litros por metro cuadrado y en Valladolid, 433 litros por metro cuadrado, «es decir que no ha llegado ni a la mitad».

En cuanto a la evolución, ha indicado que pese a que 2016 fue un año húmedo en el conjunto de España, su mes de diciembre fue seco y ya el año 2017 comenzó con un mes de enero también seco, un 36% más seco de lo normal. Febrero fue un mes húmedo, justo un 36% más húmedo de lo normal.

A continuación, la primavera fue seca, con un valor de precipitación de 133 litros por metro cuadrado, es decir, un 23% por debajo del valor medio de la estación. Por meses, marzo fue húmedo, pero abril resultó muy seco y mayo, seco. De hecho no se alcanzaron los niveles normales de precipitación en gran parte del centro, interior de Castilla y León, Murcia, Gerona, Baleares y en las islas de Tenerife, Lanzarote y La Gomera.

Sin embargo, el trimestre estival fue un 7% más húmedo de lo normal en su conjunto, mientras que el otoño resultó muy seco, con una precipitación que queda un 59% por debajo de lo normal, lo que según la portavoz, lo convierten en el otoño más seco del siglo XXI. Septiembre fue muy seco y a este le siguieron un octubre y un noviembre también muy secos. Para finalizar el año, diciembre fue normal, pero con un valor que queda un 21 % de la media.