Memòria de Mallorca interviene al inicio del pleno. | Joan Torres

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La Federación de Associacions de Veïns de Palma y la Memòria de Mallorca han abierto este martes el pleno extraordinario del Consell de Mallorca en el que se debatirá y votará sobre la protección como Bien Catalogado del monolito de sa Feixina. Una decisión que llega al pleno con la propuesta de la Comisión de Patrimonio de no catalogarlo.

La entidades recuerdan que el monumento rinde «homenaje exclusivamente a los voluntarios franquistas muertos en el crucero Baleares» y que no existe «ninguna referencia a las víctimas republicanas». Por todo ello, «pedimos el derribo del monolito».

En estos momentos, interviene el conseller de Cultura, Patrimoni i Esports, Francesc Miralles, que recuerda que este expediente debe resolver antes del 21 de julio. «Nos comprometimos a no dejarlo caducar y aquí estamos para resolverlo», ha dicho.

La consellera de Ciudadanos Catalina Serra ha pedido: «Convirtamos el monolito en un monumento para la reconciliación». Serra ha propuesto que se «incruste» una placa con las palabras «perdón, piedad y paz». La representante de Ciudadanos ha criticado que la comisión «no atendiera las decisiones de la ponencia, un acto perjudicial que sienta un precedente para que los políticos puedan hacer y desahacer».

El PI ha valorado que «respeta, pero no comparte, la decisión y las formas del equipo de gobierno de ir en contra de la ponencia». Los consellers de este partido consideran que el voto de la Comisión de Patrimonio está «lleno de contradicciones». Asimismo han hecho una defensa de la postura de ARCA, a favor de catalogar sa Feixina.

Interviene también Podemos, que recuerda que hoy es el Día europeo contra el franquismo. El conseller Iván Sevillano subraya que el expediente de catalogación de sa Feixina ha seguido un procedimiento «viciado». Durante su intervención, Sevillano está repasando las votaciones de la comisión y ha aprovechado para criticar que «en el pleno siglo XXI el Obispado tenga un voto en una institución pública». «Ha pedido a Ciudadanos que tengan cuidado con las acusaciones de prevaricación por votar en contra de la ponencia técnica, porque se le puede volver en contra». El conseller cree que este tema debería haberse resuelto hacer años para hacer justicia».

Por su parte, Més recuerda que «el monumento no tiene ningún elemento patrimonial que merezca su protección», que es lo que este martes debate el Consell de Mallorca, y que el tema del derrumbe le compete al Ajuntament de Palma. «No es un monumento y no lo será nunca», ha dicho el conseller Lluís Apesteguía.

El grupo socialista ha explicado que toma su voto en contra de la protección «con la tranquilidad» que se ajusta a la razón. Por su parte, el PP ha pedido que a Ensenyat que «repiense cómo quiere que sea la ponencia técnica del Consell de Mallorca a partir de ahora. Después de este debate, la debilidad de la ponencia viene dada por el maltrato de algunos grupos han dado a la ponencia». El conseller Joan Rotger ha recordado que el técnico Guillem Daviú ha argumentado que el monumento se tiene que conservar. Rotger asegura que el Consell debe investigar cómo se ha elaborado el informe del Ajuntament de Palma.

Contesta a los grupos Francesc Miralles. Explica a Ciudadanos que «no confunda informes de parte, que son alegaciones, con informes de funcionarios y entidades consultivas», y que «la institución toma su decisión en base a informes técnicos y no en base a alegaciones». Miralles recuerda al PI que se les ha «secuestrado constantemente el debate patrimonial, que es lo que se debate exclusivamente en esta institución», y se ha dirigido al PP para preguntarle «dónde está el informe que dice que este monolito tiene valores patrimoniales para protegerlo. ¿Dónde está?».

En el segundo turno de intervenciones, el PI reconoce que «se ha secuestrado que el debate patrimonial en esta casa» y Podemos se dirige al papel para decirle a Rotger: «Entiendo que hoy tienen un papel difícil porque ha tenido que hablar hasta de presupuesto generales para asentar sus argumentos». En este momento, ha tenido que intervenir el presidente del Consell para poner orden.

Sobre un posible delito de prevaricación al proponer una decisión contraria a la opinión técnica, Més ha preguntado a los representantes de Ciudadanos si han votado alguna vez en contra de una decisión de la ponencia. Apesteguía lamenta el voto del PI porque «estoy seguro que el voto de estos grupos es acorde a derecho» y le recuerda a Rotger (PP) que «oírle hablar después de su papel en Can Bibiloni, me parece un acto de cinismo insoportable». Rotger, en este sentido, ha contestado que en el expediente de Can Bibiloni él votó en el mismo sentido que la ponencia técnica y ha defendido la presencia de la Iglesia Católica en la comisión. El PP ha insistido en que Ensenyat debe repensar qué ponencia quiere.

El debate sobre la protección de sa Feixina se ha cerrado con la intervención de Francesc Miralles. El titular de Patrimonio ha insistido en que todos terminan hablando de memoria histórica cuando lo que se debate es valor patrimonial del monolito. Si los técnicos hubieran votado, sino se hubiera abstenido, hoy no tendríamos este debate. Su abstención significa ¿que nos tienen miedo?». Miralles ha concluido hablando del miedo. «En esta sociedad hay personas que no siempre trabajan para el bien común y se aprovechan de su cargo, para aprovecharse de los más débiles, de quienes no gritan más que otros o no actúan con tanta vehemencia como otros». El conseller ha recordado la guerra civil, la dictadura y ha criticado quienes no apoyan «el acto de amor de quienes quieren reencontrarse con sus familiares enterrados en una fosa». En este sentido, ha subrayado que este 2017 sigue habiendo una división social, y así se ha visto en el pleno de hoy. «Todo el mundo sabe que con este expediente se quería boicotear al Ajuntament de Palma, no hablar sobre patrimonio. Tenemos que unirnos si queremos cerrar las heridas de esa guerra ya tan lejana».