La presidenta del Govern, Francina Armengol (PSIB), y el vicepresident, Biel Barceló (MÉS per Mallorca), siempre han mantenido una buena relación. | Jaume Morey

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La Sala Verde del Parlament Balear se convirtió este Miércoles de Pasión en el Vía Crucis de Biel Barceló, vicepresident y resposable de Tursme del Govern y cabeza de lista de Més. El sumo sacerdote Alberto Jarabo le dio martirio cuando lo tenía amarrado a la columna de su comparecencia por el asunto de los contratos de Jaume Garau, antiguo jefe de campaña de Barceló beneficiado con media docena de contratos públicos. Lo dejó hecho un Ecce Homo.

El sumo sacerdote Jarabo sacó la verga y le insinuó a Barceló si nos encontramos ante un caso de financiación ilegal de Més. Así de clarito. Terrorífico teniendo en cuenta que Fiscalía investiga el caso y que la Policía ya analiza los documentos de Garau. Las preguntas-navajazo de Jarabo sonaron en la sala como una lanzada de centurión romano. Hasta al PP se le atragantó la saliva aunque luego ejercieran su papel de oposición.

Este Miércoles de Pasión anuncia horas muy inciertas para Barceló, ya que los golpes de látigo provienen de un partido que da su apoyo al Govern del Pacte. Falta mucho por averiguar de este drama, pero de momento todo apunta a que la cosa puede acabar muy mal para el vicepresident del Govern. Quedan preguntas por resolver: ¿Quién es el Judas? ¿Dónde están las treinta monedas? ¿Cuando hablará San Dimas? ¿Quién ejerce de Poncio Pilatos? ¿Quién sacará la cresta como nuevo Barrabás? ¿Quién ha negado tres veces a Barceló y por qué? ¿Cuando cantará el gallo? En definitiva: ¿Qué hay detrás de este martirologio premeditado, medido y calculado, de esta jugada política tan antigua como la crucifixión? La respuesta está los Evangelios: el poder por el poder.

Difícil será averiguar quién es Judas, porque lo que de verdad cuenta es ídentificar al beneficiario politico del Vía Crucis. Y eso no se verá hasta dentro de unos meses. Otro aspecto a tener muy en cuenta es qué dirá Jaume Garau en su declaración en instancias judiciales, si es que el asunto se complica hasta este extremo. Pero escuchando a Jarabo está claro que este miércoles ha lanzado una antorcha que puede incendiar todo el Monte de los Olivos.

También es clave ver a los que en verdad se lavan las manos de lo que pueda ocurrir aunque formalmente apoyen o no embistan a Barceló. ¿Estarán ya consensuando a su sucesor al frente de la vicepresidencia? Ahí están algunas de las claves que los próximos meses despejarán. Tarde o temprano se hará la luz entre tanta tiniebla. ¿Será una de las consecuencias de este martirologio una gestión más compartida del dineral que se recaudará con la ecotasa? Habrá que verlo.

Lo seguro es que ahora Més (sobre todo Barceló) combate en dos frentes: sus adversarios naturales del PP y sus ahora enemigos internos de Podemos, con el Consolat levitando todo lo que puede, aguardando un nuevo Govern Resurrección, salvador del actual desaguisado. Mientras, a Barceló ya le han colocado el INRI y la corona de espinas. Y el ambiente es cada vez más crispado. Y ya ni el Sermón de la Montaña sirve como bálsamo: «Biaventurados los mansos. porque ellos poseerán la Tierra».