Margalida Durán. | Joan Torres

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La aplastante victoria del ya presidente Biel Company en el congreso del PP pone sobre la mesa las cuestiones más importantes a resolver con agilidad si este partido quiere ser una alternativa sólida, seria y con posibilidades de derrotar a la izquierda dentro de veintiséis meses. Y este reto se llama Palma. Si en la capital el PP sigue navegando en aguas confusas, es casi imposible acercarse o incluso alcanzar la mayoría absoluta en los comicios autonómicos.

Este domingo, en la urna situada en la carretera de Inca, más de un miembro del PP se quedó boquiabierto. Este lunes corría de boca en boca que se presentó José María Rodríguez y dejó ver a los presentes la papeleta que iba a depositar. Era la de José Ramón Bauzá. Como es sabido, Company ganó por los pelos en Palma mientras que arrasó en la Part Forana.

Marga Durán, actual presidenta de la gestora popular de Ciutat y portavoz en Cort, ha achacado este resultado mediocre a la feroz campaña 'anticatalanista' de Bauzá. Marga tiene en parte razón, dado que en las barriadas de la capital la militancia es más permeable a estas feroces acometidas demagógicas.

Pero sólo en parte. Desde el hundimeinto del rodriguismo, la Palma pepera está huérfana de liderazgo. Hace falta un puente de mando, una proa y, con el máximo consenso posible, tal vez un líder. Y queda poco tiempo. En junio las Juntas de Distrito elegirán a sus nuevas direcciones. Y éstas procederán a nombrar al presidente del PP-Palma, la persona que deberá rearmar y fortalecer a una organización hoy desnortada y desmoralizada, que deberá prepararse también para ser candidato a la Alcaldía de Palma.

¿Y quién puede ser el palmesano o palmesa que asuma este reto? Marga Durán se ha alineado con las filas regionalistas y ha dado su apoyo a Company. Pero este gesto no se ha traducido en apoyo masivo al 'santjoaner'. Marga no ha arrastrado todo lo que se esperaba. Por contra, José Manuel Ruíz sí ha logrado imponerse en la difícil plaza de Calvià. El gran abrazo que le dio Company al acabar el congreso es prueba de ello.

El problema de Marga Durán es que aterrizó en Palma tras la furiosa embestida de Bauzá y Rodríguez contra Mareu Isern. Venía de Llucmajor y de la presidencia del Parlament. No era conocida en los barrios de la capital. Y no ha acabado de asumir el mando y el consenso de una maquinaria tan grande y compleja.

¿Y un nuevo candidato a la presidencia de la capital? ¿Es ésta la posibilidad acertada? Todavía es muy pronto para que Biel Company y su equipo tomen la decisión. Pero ya hay ojos que miran, todavía en diagonal, hacia un exconcejal de Cultura llamado Fernando Gilet, que es lo más parecido que tiene ahora el PP a lo que fue y representó Mateu Isern en 2011.

Mientras, al regionalismo le quedan heridas por cerrar y demagogias por desmontar. Joan Huguet, expresidente del partido, mandó este lunes una carta a la lideresa Esperanza Aguirre, gran protectora madrileña de Bauzá (a distancia, naturalmente) enviándole la ponencia de Educación aprobada en el congreso del PP, donde no hay «ni atisbo» de catalanismo «ni nada que se le parezca».

Company no tiene problemas estructurales serios en la Part Forana, pero en Palma le resta una gran tarea, interna y externa, por desarrollar. Y necesita el perfil adecuado para lograrlo. Tiene poco tiempo y una montaña de trabajo por delante.