Xelo Huertas en el Parlament. | Joan Torres

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Este martes el Parlament Balear parecía el Shakespeare's Globe Theatre de Londres representando con pasión, intensidad y nervio el inmortal 'Macbeth'. Revoloteando los aledaños de las semidesnudas Cariátides flotaban las más sublimes sílabas del gran William: «La vida es un cuento contado por un idiota/ lleno de ruido y de furia/ y que nada significa».

PP, PSIB y MÉS se lanzaron a la pelea. Parecían posesos, idos y enfurecidos (sobre todo las dos formaciones de la izquierda), cual las tres brujas-parcas del drama shakesperiano. El PP se levantó de la Mesa junto a Xelo Huertas bloqueando el Parlament.

Hasta los letrados de la Cámara recibieron capones por haberle entregado al socialista Vicens Thomàs (aspirante a nuevo president) un documento de funcionamiento formal de la mecánica de la institución que los demás grupos no habían recibido. Fue la perfecta excusa del PP para dejar a la Mesa en minoría e impedir que el Parlament pueda funcionar para echar a Xelo. Si no hubiese existido esta excusa, PP y Huertas se habrían sacado otra de la manga. El portazo estaba decidido. Harta de humillaciones, Huertas pasaba al ataque.

La palabra 'bloqueo' ida de boca en boca cual negro augurio de una bruja enajenada.

Fue un espectáculo dantesco. Cuando la portavoz del PP,Marga Prohens, daba una rueda de Prensa rodeada de cámaras y micrófonos, la miembro de MÉS y de la Mesa, Joana Aina Campomar, la interrumpió haciendo virar hacia ella focos y grabadoras. Le dijo que no era verdad que el PP no hubiera tenido acceso al documento de los letrados. Lo nunca visto. Docudrama ante las cámaras.

Campomar no comprendía que el dichoso papelito era un pretexto y que el PP se estaba aprovechando hábilmente de la sanguinaria pelea interna Macbeth-Duncan dentro de las filas podemitas. En la Cámara faltaba aire. La sangre tardará mucho en secarse y las lágrimas en evaporarse. La Jaramargo amarga todo lo que toca, todo lo que involucra, a todo el que sigue su flauta, creyendo, infantilmente, que sacará tajada de ello.

El único beneficio que obtienen PSIB y MÉS, tal y como se vio este martes, es su propio autoengaño. Se desgastan para defender a quienes quieren quitarles poder, votos, siglas y sillas.

Y en plena gresca, y mientras Huertas permanecía atrincherada en su despacho. Y mientras la izquierda se peleaba con el PP cual gatos panza arriba, se produjo el evento, el momento más álgido: la Jaramargo hizo acto de presencia en el Círculo Mallorquín. Alberto Jarabo y Laura Camargo, causantes del caos, intentaron dar legitimidad a los grupos de izquierdas (en realidad sus víctimas), que se habían quemado por ellos cual barcos vikingos en honor a Thor.

Cuando en política se comete un error de origen, todo lo que se desencadena después es una irracional explosión en cadena, que en esta ocasión puede ser prólogo de lo que puede acontecer en 2018.

El error claustro materno, el peor de todos, se produjo en el Consolat. Hacia allí acudió a rugir hace meses la Jaramargo. Exigieron al Govern la cabeza de Xelo Huertas, le reclamaron al Ejecutivo que fuese actor principal para dar legitimidad al trasplante de un navajeo interno podemita al seno de la primera institución balear.

Y el Consolat, el fuerte Consolat, el veterano Consolat, en vez de mandar educadamente a la Jaramargo a freír castañas y espetarles que se fuesen a su círculo de la calle Arxiduc a dirimir sus cainismos ¡sin tocar las instituciones!, hicieron todo lo contrario. El Consolat comprometió su prestigio para ayudar a la Jaramargo a decapitar a Xelo. ¿Existe en esta vida un hara-kiri más tonto?

Pro paternales y cegatos, vieron a un Jarabo aparentemente débil, a un blanco borreguito dócil, y decidieron echarle una manita a cambio de su total sumisión parlamentaria. ¡Qué poca visión! Ahora el berenjenal es total, y el PSIB y Més, a partir de este martes, comenzaron a quemarse y convertirse en rehenes de la Jaramargo ¡por picar, meter la cerviz e intentar sacar tajada de una pelea interna podemita! ¡Qué niñada más boba! ¡Cómo sigan así se les va a caer el chupete!

¿Es que no comprende el Consolat el auténtico sentido del rugir de la Jaramargo? ¿Es que no ven que si ahora les fortalecen para arreglar su navajeo interno, será el Consolat su próxima víctima? ¿Es que no entienden que en 2018, año preelectoral, la Jaramargo rugirá contra el Govern con más furia de la que ahora despliega contra sus compañeras Xelo y Seijas? ¡Quitaros el babero, mirad a las elecciones de 2019 y lo comprenderéis!

El actual bloqueo del Parlament es técnico y hasta muestra algún ribete cómico, entre otras cosas porque el PP no tienen ningún voto que rascar en los páramos de Podemos y, al revés, mucho menos.

Pero el año que viene caerán las máscaras. El PSIB y Més no deben olvidar que los caladeros de votos de la Jaramargo están en sus bien cuidados huertos. Si se han cargado a Huertas en una pugna intestina, muchas menos manías tendrán para dejar en minoría al Govern PSIB-Més para debilitarlo de cara a los comicios del 2019.

El 2018, por su falta de lucidez actual, PSIB y MÉS probarán el sabor del rugir de la Jaramargo, que si no respeta compañeros, muchos menos respetará aliados.

Recordad a Shakespeare: «En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser».