Lluís Segura, exdirector general de la Abogacia de la Comunitat. | Jaume Morey

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Jueves, 22 de septiembre. Consolat de la Mar. Mediodía. La presidenta Francina Armengol ofrecía una rueda de Prensa junto al presidente de Murcia, el popular Pedro Antonio Sánchez, tras su visita oficial. En el turno de preguntas un periodista inquirió a Armengol sobre la decisión de la Abogacía de la Comunitat de retirar la acusación en los casos 'Palacete' y 'Maqueta de Calatrava' con Jaume Matas en el centro de la diana. Francina se quedó boquiabierta. No sabía qué responder porque se enteró por los periodistas de esta decisión de Abogacía. Trampeó como pudo una situación tan molesta. «Puede verse la cara de estupor que puso Armengol en las imágenes del acto que quedaron grabadas. Es evidente que no sabía nada», dicen fuentes del Consolat.

Al acabar el acto protocolario con el líder murciano, Armengol le preguntó a su consellera de Presidencia, Pilar Costa, si sabía algo del asunto. Pilar le respondió que «no, pero me informo ahora mismo». Martilleó nerviosamente el teléfono y llamó a Lluis Segura, director de la Abogacía de la Comunitat Autònoma. Habló con él y «Segura le respondió que no sabía nada de retiradas de acusación o peticiones de archivo. Nada. Ni un leve indicio. Nada».

Así se lo hizo saber Pilar a Francina, que se quedó más tranquila. No hay nada que moleste más a un jefe de gobierno que enterarse de cuestiones importantes que le atañen por la pregunta de un periodista en una rueda de Prensa. Durante media ahora adjudicó la pregunta del informador a un bulo, no a que el director de la Abogacía no informaba a sus superiores, «por muchísima autonomía que tenga a la hora de desarrollar su trabajo». Pero a la media hora fue Segura quien telefoneó a la consellera de Presidència: «Mira Pilar, es así. Se ha decidido retirar la acusación en uno de los asuntos y pedir el archivo del otro». La respuesta de Costa fue lógica: «¿Y porqué no me has informado y nos hemos tenido que enterar por la un periodista, delante nada menos que del presidente de Murcia? ¿Qué manera de funcionar es ésta?». La respuesta del director de la Abogacía fue, según el Consolat: «Porque yo no lo sabía con certeza». Eso es lo que informan fuentes del Consolat. Como se sabe, el trabajo de este organismo es estrictamente técnico. Pero en presidència les pareció «inconcebible que su director, Lluis Segura, nos dijerse que no sabía nada cuando ya lo comentaban periodistas».

Todo lo relacionado con Jaume Matas tiene una especial relevancia en el conjunto de la izquierda y en especial para el PSIB-PSOE. Fue uno de sus diputados en la legislatura 2003-2007, Antonio Diéguez (actualmente al frente del Consell Consulitu) quien sacó el asunto del palacete en el Parlament cuando Matas era presidente. Tuvieron enfrentamientos muy duros. Algún rifi-rafe alcanzó ribetes históricos. Más tarde, al llegar al poder Francesc Antich, todos los documentos encontrados fueron enviados a Fiscalía Anticorrupción. Así estalló el caso Palma Arena, que incluía, por ejemplo el escándalo de Nóos.

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Todos estos antecedentes, ligados al comportamiento de Segura, escocieron en el Consolat el pasado jueves 22, y el viernes 23, y el sábado 24...Pero decidieron callar, conscientes de que la Abogacía de la Comunitat se merece un escrupuloso respeto, «pero desde la convicción de que era muy extraño que Lluis Segura hubiese dicho a la consellera en primera instancia que no sabía nada de la retirada de la acusación. Nos sonó a que alguien se había ido de la lengua y se destapó una decisión polémica de manera muy prematura».

Esta obsesión por el «alguien se vuelve lenguaraz antes de informar a sus superiores», pasó de castaño oscuro este martes, cuando el Consolat leyó en Prensa que Lluis Segura afirmaba que había informado a la consellera de la decisión de retirar la acusación «¡cuando fue ella la que tuvo que llamarle tras la pregunta de un periodista!». Aquí saltaron todas las alarmas. Pilar Costa tiró de teléfono y llamó a Francina Armengol, que se encuentra en Bruselas, donde mantiene importantes reuniones en el Comité de Regiones ya que lidera la Comisión de Turismo y busca dotación económica y medios para este organismo, «clave para las Balears». Eran momentos de trabajo Bruselas y de tener la cabeza en otro sitio. Pero Francina y Pilar hablaron. Acto seguido, Costa se dirigió al Parlament y comunicó a los medios que fulminaba a Segura.

«No fue una decisión precipitada, sino que el vaso se había derramado tras lo que pasó el jueves pasado ante el presidente de Murcia, la posterior gestión teléfónica de la consellera de Presidència y las dos respuestas contradictorias que obtuvo en sólo media hora», dicen en los aledaños del Consolat.

Hasta aquí la película de los hechos. Luego queda el oscuro páramo de las sospechas. ¿Participaba la Abogacía de la Comunitat Autònoma en los pactos que se están enhebrando en torno a Jaume Matas para una sustancial rebaja de su petición de condena? ¿Va a cargar Matas el grueso del mochuelo en el nonogenario y más que achacoso Álvaro Lapuerta, extesorero del PP y considerado un antediluviano del partido, ya que fue diputado por primera vez en 1977. Y sólo a cambio de esta sustancia y algunas insinuaciones más, ¿va a ver reducida de manera importante la petición de pena? Sospechas, conjeturas, suposiciones...Y un mar de nervios en el Consolat de la Mar.