Los consellers Fina Santiago y Martí March durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell de Govern de este viernes 22 de julio. | CAIB

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El Consell de Govern ha aprobado este viernes el nuevo decreto de lenguas extranjeras que se aplicará el próximo curso, se ha realizado «desde el principio de igualdad» respetando la autonomía de los centros educativos, y que busca mejorar las competencias lingüísticas del alumnado y la formación de docentes.

El conseller de Educación y Universidad, Martí March, ha destacado en la rueda de prensa del Consell de Govern el «largo recorrido» del decreto, que ha pasado por la mesa sectorial, ha sido consultado con la UIB y aprobado por unanimidad en el Consell Escolar y «de acuerdo» con el Consell Consultiu.

El decreto no obliga a impartir materias no lingüísticas en inglés a los centros educativos, que sí deberán justificar su inclusión en el currículum en su proyecto lingüístico, para cuya elaboración tendrán autonomía y que deberán colgar en la web para conocimiento general.

Los centros podrán impartir hasta dos asignaturas no lingüísticas en lengua extranjera (inglés), una de las cuales requerirá autorización de la Conselleria de Educación y Universidad.

March ha defendido que se han «seguido un poco las recomendaciones asumibles del Consell Consultiu que mejoraban el decreto», en alusión a las críticas de este órgano sobre el principio de igualdad del decreto ante la libertad que da a los centros para la impartición de la lengua extranjera.

«La uniformidad no es igualitaria. No queremos centros de primera y segunda, queremos centros diversos, pero cada vez más fuertes en competencias lingüísticas, en catalán, castellano y en una lengua extranjera (inglés)», ha apuntado March.

Según el conseller, el decreto respeta el principio de «calidad y equidad» porque no se puede exigir ahora a todos los centros que impartan materias no lingüísticas en inglés, ya que cada uno tiene distintos recursos y posibilidades, pero les da «el soporte» para que puedan mejorar las competencias lingüísticas del alumnado.

El conseller ha definido la normativa como «un decreto de mínimos en lengua extranjera» para explicar la implantación progresiva, según la capacidad de los centros educativos de la enseñanza del inglés, pero que garantiza que todos los alumnos reciban clases de este idioma.

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Los centros deberán elaborar su proyecto lingüístico en base al decreto de mínimos en catalán y de lenguas extranjeras, que establece, entre las medidas a tomar, el desdoblamiento de grupos de inglés a partir de 15 alumnos en Eso, y la aplicación de nuevos currículos que facilitan horas de libres disposición para reforzar las materias que consideren, incluido el inglés.

Además, exige que los profesores de las materias no lingüísticas tengan una titulación B2 para primaria y FP, y un C1 para Eso y Bachillerato, además de formación específica en metodología de aprendizaje en lenguas extranjeras.

El decreto incluye cursos gratuitos de inglés avanzado para profesorado en activo de centros públicos y concertados en las escuelas oficiales de idiomas, para lo que se ofrecen 375 plazas el próximo año lectivo.

También, se habilitan cinco cursos de acreditación y siete de actualización en metodologías para impartir áreas no lingüísticas en lenguas extranjeras, y los profesores en activo de lenguas extranjeros podrán inscribirse en uno de los 16 cursos para actualizar la competencia metodológica.

El decreto prevé 340 auxiliares de conversación nativos de inglés, alemán e inglés para el próximo curso, 55 más que en el anterior, y para lo que el Consell de Govern ha autorizado el gasto de dos millones de euros.

«TIL no, inglés sí», ha dicho el conseller en respuesta al cambio que supone este decreto respecto al de tratamiento integrado de lenguas de la legislatura anterior, que intentó implantar el idioma extranjero en las aulas y generó un rechazo de la comunidad educativa.

«El decreto no surge porque sí», sino de programas europeos y otras experiencias educativas, y llena «un vacío legal y dar seguridad jurídica y pedagógica a los centros para que elaboren sus proyectos lingüísticos» tras la derogación del TIL y un año de transición, ha señalado el conseller.

«Es un modelo de libertad y responsabilidad. No somos intervencionistas», ha insistido March, quien ha defendido que el decreto no es «una apuesta teórica sino real», para la que se destinan los recursos disponibles.

Finalmente, para avanzar en el modelo lingüístico de Baleares se ha creado una comisión de expertos.