Los vecinos de la zona de La Seu piden a Cort soluciones antes los graves problemas de aparcamiento. | Redacción Local

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Los vecinos de la Seu han reclamado que las motos solo puedan aparcar en los espacios que tienen reservados para ellas en la zona Acire, ya que quitan plazas a los coches en la zona de aparcamiento ya reducida para los automóviles.

Es una de las alegaciones que ha presentado la asociación a las propuestas que ha realizado la regiduría de Movilidad del Ajuntament de Palma, detallan los vecinos de la Seu en una nota de prensa.

Los residentes subrayan el grave problema de aparcamiento que sufre esta zona, que es uno de los Acire que más plazas ha perdido, unas 36 plazas desde 2013, y que cuenta actualmente con 15 reservadas a coches oficiales; 30 para motos y cuatro para las calesas.

No obstante, detallan, la proporción de vehículos autorizados y plazas disponibles de aparcamiento «es insostenible: hay 464 coches con tarjeta Acire y solo 62 plazas de aparcamiento».

Por ello solicitan la creación de nuevos aparcamientos subterráneos frente a Correos y en Porta des Camp, y que se tenga en cuenta a los vecinos cuando dentro de dos años finalice la concesión del aparcamiento de la Plaza Mayor.

Además, que en las zonas Acire las motos solo puedan aparcar en los espacios que tienen reservadas (30 plazas) para que no resten más plazas de aparcamiento a los coches.

Reducir los vehículos con tarjeta especial Acire 1/4, que también aparcan en la zona y quitan aparcamiento a los vecinos.

Sobre las propuestas de circulación, los vecinos de la Seu piden aumentar la frecuencia del autobús de la Línea 2 de la EMT, instalar semáforos con pulsadores para peatones en los pasos de cebra de la calle Antoni Maura para facilitar la salida de los vehículos hacia el Paseo Marítimo.

Además, que los vecinos con tarjeta Acire Catedral pueden circular por la calle Unió, eliminar el límite de diez accesos excepcionales al año para vehículos que no tengan tarjeta de residente, ya que, por ejemplo, en el barrio vive gente mayor que requiere que sus familiares (que no viven en la zona) los acompañen con frecuencia.

Reforzar el control de acceso a la zona de aparcamientos para residentes, añadiendo a las cámaras algún sistema físico, como barreras automáticas o bolardos hidráulicos.

Los vecinos recuerdan que este Acire recibe una gran presión por el turismo y la elevada concentración de edificios de interés y sedes administrativas en tan poco espacio.

Finalmente la asociación pide que el ayuntamiento adopte las medidas necesarias a través de las empresas de «rent a car» para que los turistas conozcan las restricciones de circulación y aparcamiento de la ciudad.

Los vecinos, que reclaman al Ajuntament de Palma «mayor atención y más diálogo», confían en que el concejal de Movilidad, Joan Ferrer, atienda estas peticiones.