Miquel Vidal junto a María Dolores de Cospedal durante el mitin del PP en el Portixol. | Teresa Ayuga

TW
2

El ambiente es gélido en el PP. Y la prueba se vivió este miércoles en el mitin de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, en el Portitxol, al aire libre delante del restaurante Rigolletto. Fue muy poca gente y encima sobraron sillas. Al ver el escaso y tibio ambiente, Cospedal puso cara de gamba al ajillo por mucho que Miquel Vidal intentase disimular es escaso ambiente regalándole una sonrisa de Rodolfo Valentino que en nada conseguía disimular la flojedad del encuentro. Para colmo, la cabeza de lista mallorquina, Teresa Palmer, tiene fama de seca, distante y altiva, incapaz de calentar a la otrora entusiasta tropa popular palmesana.

Miquel Vidal ya se veía venir el fiasco. Sobre todo cuando se enteró de que los jefes de distrito del PP-Palma no movieron ni un dedo para movilizar militancia hacia el Portitxol. La aguerrida fuerza de choque rodriguista se había quedado con los brazos cruzados, bostezando y mirándose las uñas. Al enterarse, el president Miquel Vidal ordenó a la gente de la sede que enviase e-mails a destajo a los afiliados. El correo electrónico era el consabido «Te recordamos que nuestra secretaria general...viene...Portixol...patapim-patapam...te esperamos». Pero la tropa palmesana no está para castañuelas. Están tristes. José María Rodríguez ya no mueve a las masas a la lucha como antes. Están tristes, dolidos, faltos de cariño. Y en la Part Forana empieza a dar mucha pereza agarrar el coche...Además, en el Portitxol hay muy poco aparcamiento. Cospedal fue la que eligió a Teresa Palmer como candidata junto a los jerarcas de la calle Génova. Tal vez tras el mitin comenzase a reflexionar sobre si no habría sido mejor elegir a alguien más próximo a la militancia.

Y María Dolores, la del finiquito en diferido, vio que el acto del PP era casi en familia pese los esfuerzos de Miquel Vidal. Seguro que este jueves, de nuevo en Madrid, informará: «Chicos, en Baleares, flojo, flojo, flojo».

Mientras hay choteo en el PP con Antonio Gómez, exvicepresidente del Govern con José Ramón Bauzá, y su puño de hierro para echar a un lado a los que hacían sombra a su entonces presidente. Como se recordará, fue Gómez quien en un martes de pleno de la pasada legislatura entró en el despacho de Pere Rotger y le forzó a dimitir sin miramientos porque, por entonces había sido imputado. Se comenta que Gómez fue tan duro con Rotger que sólo le faltó ladrar. De igual forma se comportó con el por entonces alcalde de Pollença, Tomeu Cifre, al que expulsó de la lista del PP.

Pues bien. El mismo Antonio Gómez se fue hace unos días a la Fira de la Patata de Sa Pobla pegadito al lado de «nuestro candidato Pere Rotger». De intentar echarlo de la política hace unos pocos años, «ha pasado a ser algo muy parecido a su perrito fiel. Y encima lo pregona en su Twitter». En el PP ríen para no llorar. «¿Cómo es posible que la misma persona que humilló a auténticos símbolos del PP como Pere Rotger les haga ahora la pelota? Es patético y es indigno», afirman en el partido.