Fachada de la Casa Balear en la calle de Colombres 841 de Buenos Aires. | Redacción Digital

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El presidente y la secretaria de la Casa Balear en Buenos Aires, Miguel Vanrell y Alejandra Riera, respectivamente, remitieron el pasado mes de abril una carta a la directora general de Relacions Institucionals i Acció Exterior, Margalida Font, en la que solicitaban ayuda urgente al Govern «para poder mantener la institución en condiciones normales».

La petición viene justificada «en virtud de las condiciones imperantes al día de hoy, en base al cambio de Gobierno ocurrido en nuestro país (Argentina) el 10 de diciembre de 2015, el cual ha actualizado los costos de los servicios públicos desde su inicio; circunstancia que nos ha colocado en una situación de precariedad económica que no estamos en condiciones de soportar por mucho tiempo».

Los directivos de la Casa Balear consideran que con 1.500 euros mensuales podrían hacer frente a esta contingencia «hasta tanto revierta la coyuntura económica que sacude a la sociedad argentina de la que, obviamente, formamos parte por estar insertos en su territorio».

El jurista y criminólogo Diego García Pons, socio también de la Casa Balear, se entrevistó este martes con la directora general de Relacions Institucionals i Acció Exterior –que depende de la Conselleria de Presdidència–, Margalida Font, para explicarle la precaria situación en la que se encuentra la institución que agrupa a la emigración balear, con unos 1.800 socios.