Miquel Vidal. | Teresa Ayuga

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El presidente del PP Balear, Miquel Vidal, ha recibido una llamada de un altísimo cargo del PP desde un despacho de Génova 13 en la que le ha pedido que no haga cambios y mantenga a los mismos nombres en la listas electorales de cara a las próximas elecciones generales. Vidal ha respondido con una pregunta: «¿esto es un ruego, una petición o una orden?». La respuesta no ha podido ser más clara: «Tómatelo como quieras, pero presenta a los mismos». Vidal no tiene dudas: cumplirá los deseos de la cúpula, convencido como está de que es una decisión del mismísimo Mariano Rajoy, que no quiere ni cambalaches, ni peleas de última hora. Exige «máxima coherencia».

Esta orden significa, en la práctica, que Vidal tiene las manos libres a la hora de abortar el mobbing que está ejerciendo el rodriguismo (dicen que con Bauzá detrás) para desmoralizar a Mateu Isern para que renuncie a ser el número uno al Congreso. «No lo lograrán», señalan fuentes regionalistas del PP balear, ya que «Mateu trabaja muy a gusto en Madrid y se encuentra extraordinariamente cómodo en su papel de diputado».

Se sabe que el rodriguismo le está mirando a Isern «hasta el forro de los calcetines, a ver si le encuentran algo. El objetivo real es asustarle y que arroje la toalla, pero no lo conseguirán». Los rodriguistas siguen heridos hasta las entrañas por el veto de Génova a Álvaro Gijón, cachorro favorito de José María Rodríguez. Se da por seguro que Vidal, con el aval de la cúpula madrileña, mantendrá a Mateu y llamará al partido a renovarle su apoyo de cara a la próxima campaña electoral. Aunque no le importa, Vidal es consciente de que esto puede provocar un ataque de vaguitis entre la infantería rodriguista, que no parece muy motivada para ponerse a trabajar en la campaña y en el decisivo y complejo 26-J. Ya se comenta que más de un rodriguista se ha comprado unos vistosos bañadores para estrenarlos el día de los comicios.

Pero si en el PP se tienen las cosas claras sobre las listas, en el PSIB-PSOE pasa todo lo contrario. De la calle Ferraz llegan instrucciones de «reforzar las listas» para intentar ganar votos. Entre los socialistas hay mucha preocupación por el ascenso de Podemos. sobre todo si finalmente se llevan el grueso de los votos de Més e Izquierda Unida, lo cual les convertiría en la primera fuerza de las Balears.

En este contexto, el entorno de Francina Armengol ya analiza la posibilidad de sustituir a Ramon Socías como cabeza de lista al Congreso (no hay ninguna decisión tomada) para colocar en su lugar a un joven lebrel del perfil o que se parezca mucho a Yago Negueruela, técnico y opositor peleón, que pueda captar votos castellanoparlantes. Sin embargo, el elegido no puede ser Yago, ya que «es el actual conseller de Treball y no se puede desvestir un santo para vestir otro».

La realidad es que Francina necesita el apoyo del PSIB-Palma. Los resultados fueron catastróficos para ella en la capital el pasado 20-D. Los antiguos calvistas, la gente de José Hila, Susana Moll, Ramón Torres y compañía no se movilizaron como en otras ocasiones. Podemos sacó resultados espectaculares en las barriadas que ellos teóricamente controlaban. Y Socías fue contrincante de Hila en las primarias internas...

La solución podría ser cambiar de cabeza de lista al Congreso y mandar (si acepta) a Socías a la lista al Senado, ya que todo indica que el imputado Antoni Manchado no repetirá. Sin embargo, lograr el escaño en el Senado por Mallorca se le ha puesto muy difícil a los socialistas. Como se sabe, Manchado no salió elegido el 20-D.

Crespí, fulminado

Esta sección avanzó hace semanas que dos asesores del PP en el Consell de Mallorca, Jaume Crespí y Biel Matas, no daban palo al agua y casi no se les veía por la institución, de la que llevan cobrando religiosamente desde el principio de legislatura. Pues bien, la portavoz del PP en el Consell, Maria Salom, fulminó hace unos días a Jaume Crespí. El exalcalde de Deià ha sido cesado sin remisión por rendir bajo mínimos y por no asesorar ni a las moscas. Dicen que lleva meses muy tristón y deprimido. No estaba de humor para ir a trabajar...

Sin embargo, Biel Matas, el otro espectro invisible, continúa en su puesto (es un decir) cobrando nómina de dinero público. Nadie sabe lo que hace. Pero tiene buenas agarraderas. Por un lado es el coordinador general del PP, cargo al cual le promovió José Ramon Bauzá, aunque no lo ven por el partido. También es el marido de la diputada y exconsellera Núria Riera, chica trabajadora y cumplidora donde las haya.

Pero, ¿qué hace Biel aparte de cobrar? Dicen que va a comidas. Recientemente le vieron en una con los exconsellers de Turisme Jaume Martínez y Carlos Delgado, que olía a conspiración a una legua. También había otros destacados miembros del PP. No se sabe si Maria Salom se atreverá con Bielot el montuirier, lo único cierto es que a Jaume Crespí sí le ha hecho un rasurado en seco.