El Casino Teatro Balear se ubicaba en la Plaça de s'Olivar. | Jaume Morey

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El Casino Teatro Balear considera que el «trato discriminatorio y arbitrario» por parte de Cort «solo es explicable desde el prisma del Código Penal, por lo que a buen seguro ejercitaremos las acciones de responsabilidad personal que correspondan contra todos los autores de este mendaz e indigno comportamiento municipal».

El Casino ha respondido en un duro comunicado las últimas declaraciones del regidor de Urbanismo de Palma, Antoni Noguera, quien reiteró la semana pasada que los promotores del Gran Casino Teatro Balear «han hecho una obra ilegal y no hay más que hablar».

«Son ilegales y el promotor tendrá que acatar las consecuencias», dijo Noguera sobre las obras que llevó a cabo la empresa adjudicataria del concurso para instalar un segundo casino en Palma

Los promotores han acusado a Noguera «de aprendiz de urbanista», y han calificado sus manifestaciones «desafortunadas y tendenciosas».

«La confusión y torpeza (lenguaje deslavazado, miradas al vacío, silencios estruendosos, perdido en su ignorancia, según se puede comprobar en el video colgado en Youtube) con la que se ha manifestado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gerencia demuestra que, o bien no es muy trabajador o, realmente, tiene una gran incapacidad para entender y, desde luego, resolver los asuntos que se han colocado bajo su 'competencia y dirección'», dice el comunicado.

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Añade que «solo una mala fe o una completa inepcia e incapacidad explican que confunda de forma sistemática la solicitud de licencia presentada por Gran Casino Teatro Balear el 28 de enero de 2014, con el procedimiento iniciado en junio de 2014 sujeto a las determinaciones de la Ley 7/2013, de 26 de noviembre, de régimen jurídico de instalación, acceso y ejercicio de actividades».

Lo más «grave», consideran, es «la arbitrariedad y discriminación con que se emplea habitualmente la Gerencia en función de quien sea el peticionario de la licencia, la cercanía a otros intereses metajurídicos o, simplemente, la empatía o proximidad a políticos y secuaces. Como muestra un escandaloso botón: el affaire Plaza de España o Inversiones Müller S.A», señalan.

«El lío en que ha incurrido el concejal es irreproducible: confunde las fechas, disparata sobre los argumentos jurídicos, volatiliza los expedientes y nos muestra una faceta de su tambaleante personalidad (...)», dice entre otras cosas.

«Queremos subrayar que nosotros comenzamos las obras solamente después de haber obtenido la licencia por silencio, ante la absoluta pasividad e inactividad de la Gerencia que, una vez más, sólo se mueve cuando existen intereses inconfesables, 'impulsos' que por nuestra parte no han existido nunca y seguramente es lo que explica la cerrazón que hemos encontrado ante autoridades de la Gerencia y servicios 'obedientes y aplicados'», incide.

«No hay, pues, obras ilegales y sin licencia, sino obras iniciadas al amparo del permiso obtenido por silencio administrativo, una vez que éste se comunicó al propio Ayuntamiento y a la Gerencia. Nada pues de obras clandestinas e ilegales como pretende hacernos creer el aprendiz de urbanista, y al parecer político comprometido con las clases humildes y trabajadoras, pero que viene ignorando sistemáticamente los efectos sociales y laborales sobre los 300 trabajadores del Gran Casino Teatro Balear que su nefasta actuación produce», recalca.

«También con la misma firmeza y confianza proclamamos que las exigencias de responsabilidad personal, patrimonial y penal no acabarán en la vía contencioso-administrativa y aunque nos lleve más de 15 años terminaremos exigiendo, de forma individual y personal, la responsabilidad en que hubieran podido incurrir los autores de semejantes desmanes y atropellos. ¡No habrá paz para los malditos!», concluye el comunicado.