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La patronal empresarial de Balears y los hoteleros de Mallorca se han opuesto de manera tajante al decreto ley del Govern de medidas urgentes en materia urbanística que deja sin efecto los aspectos más urbanizadores de las leyes de suelo, turística y agraria del ejecutivo del PP de la pasada legislatura.

Tras aprobarse este decreto en un Consell de Govern extraordinario, ambas organizaciones han emitidos sendos comunicados críticos contra esta medida del ejecutivo autonómico.

La Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) considera que este decreto ley es «un desacierto y un paso atrás» en favor de la recuperación económica y de la creación de empleo, que es «la máxima preocupación de los ciudadanos de nuestras islas».

Este decreto es un «desacierto», en opinión de la patronal empresarial, porque genera incertidumbre e inseguridad jurídica y porque «desincentiva absolutamente» la inversión.

«Sin inversión no hay competitividad y sin competitividad no es posible la mejora de nuestra economía y, en consecuencia, la creación de empleo», subraya la CAEB.

Los empresarios aseguran que están de acuerdo en proteger el medioambiente, pero la «realidad» del decreto ley es que «bloquea a dos sectores tan importantes y estratégicos para el futuro de la economía de Balears como son el turístico y el agrario, que están necesitados de soluciones de futuro».

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Además, la CAEB no entiende «la completa ausencia de voluntad de diálogo del Govern y que no se haya hablado con los sectores afectados».

Por su parte, la presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FHEM), Inmaculada Benito, ha manifestado su oposición porque las modificaciones aprobadas por el Govern «denotan, una vez más, la ausencia de una política turística global en Balears y una elevada improvisación, sin tener en cuenta las consecuencias que tendrán en la economía de Balears y, por tanto, para el interés general».

La modificación de la Ley del Turismo «demuestra», según los hoteleros, «la falta de visión por parte del ejecutivo del sistema turístico y el no reconocimiento de la intersectorialidad que esta industria presenta».

Benito ha recordado que la Ley de Turismo tenía como objetivo incentivar el proceso de actualización de las infraestructuras turísticas, ligada a una mejora de producto a través de la calidad, recogiendo cambios importantes en las preferencias de la demanda turística a nivel mundial.

El impulso inversor y la «apuesta decidida» de los empresarios por Balears está fundamentada en el consumo de territorio «cero» y, por tanto, en la rehabilitación, que unido a la declaración de zonas maduras, había permitido la mejora de la rentabilidad social y económica de la Platja de Palma y de Calviá, ha sostenido la presidenta de los hoteleros.

Este proceso, ha continuado, se verá «truncado» con las modificaciones introducidas donde se eliminan los incentivos que preveía la ley para la inversión en zonas maduras.

«Se trata de modificaciones incapaces de abordar de forma correcta la mejora de la competitividad del destino a medio y largo plazo» de Baleares, ha lamentado Benito.