El 20 de noviembre de 2011 el PP celebraba en su sede de Palma la victoria en las generales, pero la pérdida del poder en las instituciones autonómicas el pasado 24 de mayo ha hundido sus cuentas. | Pere Bota

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La pérdida de las elecciones también ha tenido consecuencias económicas para el PP balear, que ha tenido que refinanciar la hipoteca de su sede tras sufrir una sustancial pérdida de ingresos, según fuentes oficiales del partido.

Los ‘populares’ han dejado de percibir ingresos por dos vías esenciales de financiación. Por una lado, ya no ingresa las cuotas que pagan al partido los altos cargos; por el otro, el dinero que reciben de las instituciones para gastos de funcionamiento ha caído de forma proporcional a su representación.

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Por la primera vía, la de las cuotas de altos cargos, el PP recibía en la anterior legislatura 34.000 euros al mes, es decir, 408.000 euros al año, según las cuentas de la formación política. Desde el pasado mes de mayo, apenas hay altos cargos que paguen cuotas por su sueldo público y los ingresos mensuales se han reducido a 6.500 euros o lo que es lo mismo, 78.000 euros al año.

Por la otra vía, la de las aportaciones institucionales, el PP ha perdido 28.554 euros al mes correspondiente a la reducción en el número de diputados, consellers y concejales en Cort.

En el PP reconocen que la pérdida de esta importante vía de ingresos les obligará a introducir ajustes en el funcionamiento de la formación, además de la refinanciación aunque no se prevén medidas drásticas como despido de personal, que sí han tenido que adoptar en el pasado otras formaciones políticas por las mismas razones.