El PSIB ha decidido romper con uno de los métodos tradicionales de propaganda y en estas elecciones no colocará vallas de los candidatos. | Reuters

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Los partidos políticos preparan cambios sustanciales en la campaña electoral comenzado por la forma de financiarla: intentarán conseguir más donaciones de los afiliados y simpatizantes para recurrir en menor medida a los préstamos bancarios.

Podemos y el PI no pedirán ni un euro a los bancos. La formación emergente de izquierdas ha abierto un proceso de financiación a través de microcréditos, con la que esperan obtener 100.000 euros. De momento han logrado algo más de 25.000 y todos ese dinero se devolverá después gracias a las subvenciones que recibirán si logran representación.

El PI financiará su campaña por dos vías diferentes: se recogerán donaciones de afiliados que podrán llegar a los 1.500 euros y los candidatos aportaron aportarán créditos de entre 3.000 y 6.000 euros. La intención es conseguir 189.000 por esta vía mixta de financiación.

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MÉS prevé gastar 170.000 euros, la mitad que hace cuatro años, pero aún no ha decidido del todo la vía de financiación. Solicitarán aportaciones a los afiliados, pero en su caso no tienen totalmente descartada la posibilidad de solicitar alguna póliza a los bancos.

Guanyem, la plataforma política en la que se integra EU, tiene aprobado un presupuesto de 53.000 euros. Buena parte se pagará con aportaciones de los militantes, pero una parte se tendrá que pedir a los bancos.

Los dos grandes partidos, PP y PSIB, sí tendrán que pedir préstamos. El gasto de campaña de los populares viene determinado por Génova. Los populares de las Islas no tienen la cifra definitiva, pero saben que será en torno a un 30 por ciento inferior a lo que gastaron hace cuatro años. Según la Sindicatura de Comptes, en 2011 el gasto del PP fue de 1,2 millones por lo que el gasto para este año puede rondar los 800.000.

En el caso del PSIB, sí se pedirá dinero al banco. También habrá una reducción importante del gasto. El límite que se han marcado es de 235.000 euros para las autonómicas y 260.000, para los consells. En 2011 gastaron 620.000 euros lo que supone una reducción de un 20 por ciento.