Uno de los primeros problemas con los que se encontró el Govern fue el impago de subvenciones a las asociaciones. | Joan Torres

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El Govern ha cerrado el año 2014 con un tardanza media en el pago de sus facturas a los proveedores de tan solo 36 días. La cifra supone una rebaja importante con respecto a la media de pago del mes de noviembre, ya que el Ejecutivo pagaba entonces con un retraso de 80 días.

El conseller d'Hisenda, José Vicente Marí, aseguró que esta mejora se debe a dos factores: al hecho de que el Gobierno central sea puntual en sus pagos y a la mejora en la recaudación de los impuestos que gestiona la Comunitat, lo que ha su vez ha provocada un aumento en los ingresos mensuales del Ejecutivo.

Marí añadió que uno de los objetivos de la Conselleria d'Hisenda fue agilizar el pago a los proveedores ya que muchos de ellos se encontraban en una situación desesperada ante los impagos del Govern. La deuda en facturas impagadas a los proveedores y a otras administraciones públicas superaba los 1.600 millones, según Marí, por lo que el primer objetivo del nuevo equipo de Hisenda fue evitar que aumentara y tratar de que se redujera poco a poco.

Parte de esa deuda a los proveedores se transformó en deuda bancaria, lo que ha permitido regularizar los pagos hasta dejarlos prácticamente en los 30 días que marca la ley. El conseller d'Hisenda explicó que el retraso de seis días por encima de lo que marca la ley es anecdótico.

La ley establece que, si un gobierno autonómico no paga, el Gobierno central puede pagar las facturas directamente. La consecuencia es que ese dinero se recorta después del que recibe la administración autonómica en concepto de financiación.

El conseller añadió que la contención del déficit de la Comunitat también ha ayudado a que el periodo de pago a los proveedores se reduzca. Señaló que entre 2010 y 2011 el déficit sumó más de 1.300 millones, lo que repercutió en el pago de facturas.