La iglesia de Sant Miquel estaba completamente llena de fieles, que acudieron a la eucaristía con motivo de su bendición tras la reforma que se ha realizado durante los dos últimos años. | M. À. Cañellas

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La iglesia de Sant Miquel fue bendecida por el obispo de Mallorca, Javier Salinas, tras dos años de reformas. Unas 600 personas –entre las que destacaron el alcalde Mateo Isern y la consellera insular d’Afers Socials, Catalina Cirer– acudieron a la eucaristía. El oficio religioso estuvo presidido por el obispo y concelebrado por los vicarios parroquiales y los sacerdotes que han tenido relación con el templo de Sant Miquel.

El párroco de Sant Miquel, Toni Gómez, destacó la satisfacción que le produjo el apoyo que han tenido por parte de la sociedad, sin la que no hubiera sido posible acometer la reforma. En la nueva reforma se ha reforzado la bóveda, reparado las tejas y rascado todas las paredes para proceder a pintarla. El párraco informó de que también han comprado 80 bancos nuevos y se ha reformado el coro.